Una relación 'malamén'

Javier M. Faya (SPC)
-

Los últimos desencuentros entre Artur Mas y José Antonio Durán i Lleida dejan a las claras la crisis abierta en el seno de CiU, así como el enfrentamiento personal entre los dos políticos

Una relación ‘malamén’ - Foto: STF AFP Josep Lago

 
El año 2001 no arrancó lo que se dice muy satisfactoriamente para José Antonio Durán i Lleida, más bien, de modo horrible, o como dirían en Cataluña, malamén. Yes que en torno al 10 de enero se hacía público que Jordi Pujol, que llevaba ya más de 20 años en el poder, tenía elegido delfín,Artur Mas i Gavarró, lo que suponía que la carrera política del oscense tocaba techo y que nunca optaría a ser presidente de la Generalitat. 
Aunque parezca lo contrario, el líder de Unió no es mucho más mayor que el de Convergencia:solo cuatro años les separan, si bien la experiencia del primero es infinitamente mayor y, sobre todo, variada que el segundo, dado que el actual inquilino de la Casa de los Canónigos casi no ha salido de su tierra, mientras que su compañero ha pasado por Bruselas y Madrid, donde lleva siendo la voz de CiU en el Congreso de los Diputados desde hace casi una década.
Mas, en cambio, tiene una dilatada trayectoria en la Generalitat, con lo que eso supone en cuanto a apoyos y conocimientos sobre el funcionamiento de la casa... y de las trituradoras, que estuvieron a pleno rendimiento tras la irrupción del Tripartito en 2003 tras más de dos décadas de CiU en el poder, con Jordi Pujol y Josep Tarradellas. 
Así, tras ser el actual president concejal en Barcelona entre 1987 y 1995, fue durante dos años consejero de Política Territorial y Obras Públicas, para luego ocupar la cartera de Economía y Finanzas entre 1997 y 2001, momento en el que sustituye al actual alcalde de la Ciudad Condal, Xavier Trías, como conseller en cap, algo que inmediatamente se tradujo en su designación como delfín, con el consiguiente enfado de su compañero y rival, que vio cómo se explicaba el haber estado durante muy poco tiempo en el Parlament, concretamente dos años, como titular de Gobernación (1999-2001). 
Para el exconcejal de Lérida hace ya la friolera de 34 años -la carrera de Mas fue mucho más tardía, en 1987- fue un duro golpe la decisión de Jordi Pujol, que nunca le vio como su sucesor -a pesar de las quinielas que indicaron lo contrario durante lustros, ya que se compenetraban muy bien en el puente aéreo entre Madrid y Barcelona-, entre otras cosas, porque no era más que un socio bien avenido de un partido, UDC,  con el que lleva unido 27 años, y que lleva liderando 26. 
 
«MEJORABLES». A día de hoy, las relaciones entre Artur Mas y José Antonio Durán i Lleida son, como señaló esta semana este último, «mejorables». El eufemismo es enorme, dado que poco o muy poco ha trascendido de la guerra soterrada que mantienen, llegando solo pequeños detalles como esa lluvia de insultos que recibió el jefe de Unió hace meses en un encuentro del CDC, defendiéndole con el silencio el jefe del Ejecutivo regional. 
Como era de esperar, la fiebre secesionista que padece el líder de CiU desde la penúltima Diada ha multiplicado los desencuentros entre ambos políticos, y máxime desde que el, en principio, más alejado del independentismo -si bien hay que recordar que en varias ocasiones se le ha escapado un Visca Catalunya lliure, el último en el cierre electoral de 2012-, defienda a capa y espada la tercera vía, que no queda muy clara en qué consiste. Su jefe le desacreditó el 26 de septiembre apelando a la Historia, y éste hizo exactamente lo mismo, añadiendo el pasado miércoles un dardo envenenado:que no había que ir diciendo -¿o era una forma de decir engañando?- a la ciudadanía que Europa les iba a esperar en caso de escisión de España. La última pulla la largó el de Unió 48 horas después de ese ataque:«Si gana el sí en la consulta, el futuro se presenta muy incierto». A Mas eso le da igual pues solo tiene oídos para Oriol Junqueras, el número uno de ERC, que prefiere esas incertidumbres a la certidumbre actual. 
Aun así, los dos dirigentes nacionalistas no contemplan romper. Hay mucho en común, como ciertos escándalos:Palau, Trabajo, Clotilde, Adigsa, Pallerols, ITV, el padre de Mas, los hijos de Pujol...