Esta es la primera legislatura de Isabel López Torre al frente del Ayuntamiento de Trespaderne. Conocido por la belleza de sus parajes, este pueblo de poco más de mil habitantes duplica su población los días cercanos al 24 de agosto, día de San Bartolomé, para celebrar sus fiestas.

Cuando López Torre entró al Consistorio reconoce que «nos encontramos muy mal la economía pero lo cierto es que ahora estamos al día, con el pago adelantado a proveedores que proporcionó el Estado y mucho esfuerzo. Por ahora, transcurridos tres años desde el comienzo de la legislatura, la economía está saneada».

La alcaldesa reconoce que no han tenido problemas para mantener ningún servicio pero sí se han encontrado con un grave imprevisto al que enfrentarse como fue el incendio de la nave de la mancomunidad a la que pertenece el pueblo, en él se quemó maquinaria y «ha sido difícil dar estos servicios pero se contrató gente y gracias a unas subvenciones de la Junta y la Diputación se va a comprar un camión grúa y ya hemos adquirido uno de basuras y pretendemos comprar otro», explica López Torres.

Poco a poco se van acometiendo las obras que el pueblo necesita, el año pasado se realizó la ampliación del cementerio y en este se arreglará una avería en saneamiento y una calle. La alcaldesa reconoce que «habrá que ir renovando las tuberías y la traída del agua desde Tartales de Cilla pero son obras muy costosas, de momento nos han dado una ayuda desde Diputación para ir empezando con el primer tramo de la traída de agua».

Aunque López Torre reconoce que «la legislatura ha sido dura», el balance es positivo, principalmente, porque se ha saneado la deuda. Respecto a las cercanas y próximas elecciones apunta que «aunque sabemos que deberíamos planteárnoslo, todavía no nos lo hemos cuestionado, tenemos que hablarlo entre todos».