Yo de mayor, ferroviario

R.L. / Miranda de Ebro
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Alumnos del colegio Los Ángeles visitaron la estación mirandesa así como las instalaciones del Puesto de Mando del ADIF, desde donde se controla el tráfico de la zona norte

Algunos alumnos tuvieron la oportunidad de ejercer de jefe de estación durante unos segundos. - Foto: R.L.

Todavía tienen por delante unos cuantos años para decidir cuál será su profesión, aunque ayer casi seguro que más de un alumno del colegio Los Ángeles llegó a casa diciendo que de mayor quiere ser ferroviario, que quiere controlar los trenes y estar al tanto de todo lo que ocurre en la estación de Miranda. Fue un día diferente de clase para medio centenar de escolares de 5º y 6º de Primaria que, como otros colegios, están visitando estos días el puesto de mando del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que dirige todo el tráfico de la zona norte del país, así como la estación de Miranda.

Más allá de las características técnicas y los datos que ayer les explicaron, su profesor, Alfonso Montoya, concluía que lo importante es que los chavales sepan que existen otros medios de transporte, a menudo desconocidos para ellos. Y en este caso, aunque parezca paradójico, la mitad de estos alumnos nunca había viajado en tren «teniendo en cuenta la importancia que ha tenido Miranda en el tema ferroviario», apuntaba. Precisamente este año, la ciudad celebra el 150 aniversario de la llegada del ferrocarril, un detalle que estuvo presente en toda la visita que comenzó en las instalaciones del ADIF.

937 trenes diarios

Allí, Carlos Anuncibay fue el encargado de explicarles el funcionamiento del Puesto de Mando, desde donde se controlan los 937 trenes que diariamente circulan por los 1.116 kilómetros de líneas férreas de su competencia. Supone, en definitiva, el 9% del total de la red ferroviaria, y entenderlo no es tarea fácil, y menos para los niños.

El gran panel del Puesto de Mando, repleto de líneas de colores, puntos y rayas, les dejaban con la boca abierta, aunque lo que más les gustó fue caminar por la estación de Miranda, ponerse la gorra del jefe de Estación, tocar el silbato y, sobre todo, subirse a uno de los vagones que había en la vía.

Ya por la tarde, en el colegio, padres, profesores y alumnos se reunieron en el patio para celebrar la Semana Cultural que este año  han dedicado al 150 aniversario del ferrocarril. Y lo hicieron disfrazándose de locomotoras, vagones, jefes de estación, señales o incluso de viajeros de otras épocas. ¿Saldrá de estas visitas algún ferroviario? «Ya nos preguntan qué hay que hacer para trabajar aquí. Y les decimos que estudiar mucho», señalaba Anuncibay.