Un vecino de Quintanarruz denuncia al alcalde por amenazarle con un hacha

I. Pascual / Burgos
-

Javier Güemes asegura que el regidor pedáneo quiso agredirle con esa 'arma' cuando fue a pedirle explicaciones sobre el cambio de cerradura del local vecinal al que ya no pueden entrar los vecinos

Güemes (segundo drcha.), junto a otros vecinos críticos con el alcalde, junto al edificio vecinal ‘clausurado’. - Foto: Jesús J. Matías

Habitualmente, en Quintanarruz, una pedanía de la Merindad de Río Ubierna, apenas son media docena de vecinos, que se incrementan hasta los tres centenares -algunos empadronados y otros no- en fines de semana y sobre todo en los meses estivales, como sucede ahora. El ambiente debería ser de concordia y buena convivencia, pero este año no es así, según explica un grupo de vecinos que responsabiliza de ello al alcalde pedáneo, no solo por algunas decisiones que no comparten y contra las que han  recogido firmas, sino por haber llegado las cosas a tal punto que en los últimos días se ha producido un cruce de denuncias a raíz del cambio de cerradura del centro vecinal. Así, Javier Güemes, uno de los vecinos presentó el lunes una denuncia en Comisaría contra el regidor de la entidad menor, Carlos Moradillo por intento de homicidio, según el mismo relató a Diario de Burgos.

Según sus palabras y tal y como consta en la denuncia, Güemes se enteró al llegar al pueblo días pasados que el alcalde había cambiado la cerradura del local vecinal que tiene más de 30 años en el que se prestan varios servicios: se pasa la consulta médica, está el teléfono público y las mangueras para actuar en caso de incendio y es también el lugar de encuentro de los vecinos -algunos lo llaman el local de la peña, aunque no hay ninguna inscrita como tal- en torno a un café u otra bebidas mientras se echa una partida, se ve la televisión o, simplemente, se conversa. Javier Güemes, asegura que aprovechando que el alcalde estaba en la puerta del local entró para hablar sobre los motivos que le habían llevado a cambiar la cerradura e impedir el uso como sede social que venía teniendo desde hace décadas así como para intentar arreglar los problemas que pudiera haber, a lo que Moradillo le contesto «contigo no tengo nada que hablar y menos con la hija puta de su familia». A continuación, según la denuncia, le agarró de los brazos e intentó echarle para después entrar en una sala y salir con un hacha con intención  de agredirle y siguiéndole hasta la puerta con ese ‘arma’ en la mano lo que presenció una vecina que cita en la denuncia.

El alcalde pedáneo negó ayer que hubiera amenazado aGüemes y menos con  un hacha y asegura que lo que llevaba en al mano era un taladro para arreglar la manilla de la cerradura en la que «los vecinos habían hechos algunos desperfectos». A su vez, Carlos Moradillo ayer mismo presentó ante la Guardia Civil de Sotopalacios una denuncia contra Javier Güemes y otra media docena de vecinos por insultos, amenazas y amedrentamiento. En cuanto a los motivos por los que ha cambiado la cerradura impidiendo que los vecinos accedan al centro como han venido haciendo durante años, teniendo incluso casi todos su propia llave, Moradillo dice que es un local de uso administrativo de la junta vecinal, por lo que ésta es su titular no los vecinos -«con los que se ha sido muy benevolente», añade- y que, además, en el centro se fuma marihuana y hachís y entran perros. «Más parece un sitio de vicio de la Edad Media», apostilla para añadir que ha tomado una decisión que no perjudique al pueblo. Algunos vecinos se muestran sorprendidos de estas manifestaciones porque los usuarios son todos mayoritariamente personas de más de 50 años.  

Por su parte, el alcalde de la Merindad, Raúl Martín Bellostas, censura la postura del pedáneo y cree que miente sobre los motivos que aduce del cambio de cerradura al tiempo que añade que «está amenazando la convivencia en el pueblo». Martín Bellostas achaca la situación creada por enfrentamientos familiares -Moradillo cesó a un vocal de la junta vecinal pariente de Güemes y puso a su hija, a la que, según el pedáneo, también han amenazado los vecinos-, y afirma que mandará sendos escritos a la  Subdelegación de Gobierno y a la Guardia Civil e intentará «por todos los medios» que esta situación se pare.