Una manda de 580 euros para festejar el santo del protector de los animales

S.R. / Milagros
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La subasta empezó con 20 euros. - Foto: S.R.

 
Empezaron tarde y suave: 20 ofreció el primer postor en la subasta de la Manda, organizada ayer en Milagros en honor a San Antón. Una tradición que llevan cumpliendo «desde tiempos inmemorables», asegura Alberto, el sacerdote.
Cuatro jamones, tres lechazos, vino para aburrir y el pan y las rosquillas del santo componían el lote. A los pocos minutos de la primera cifra, la oferta alcanzó los 300. Pero en ese momento los bolsillos comenzaron a racanear y se hizo el silencio. «Doy 350», dijo un niño, mientras su madre asentía a su espalda. A 370 subió otro con la reprimenda de la mujer. Y la cosa se estancó en los 500. A estas alturas de la subasta, el botín se disputaba entre el grupo de Francisco y David, que llegó a pujar contra sí mismo, lo que le costó un colleja de sus compañeros. 
«No lo habéis valorado bien. Esto vale mucho más», repetía el alcalde, Juan Molina, tras leer la lista de productos de la vianda. «Es muy suculento y propio de un grupo que se de buenas meriendas».
Sus peticiones fueron escuchadas y de cinco en cinco euros, los presentes achucharon las carteras hasta alcanzar los 580. Los pagó Francisco en nombre de su cuadrilla, junto a los que devorará los exquisitos manjares.