El paseo de Atapuerca fue el lugar elegido ayer por la plataforma Derecho a Vivir para recoger firmas e informar del objetivo de su campaña: «Una ley de aborto cero». Su portavoz en Burgos, Javier Fernández, explicó que con esta iniciativa pretenden «alzar su voz» para pedir que se derogue la actual normativa que regula la interrupción del embarazo, que se apoye la maternidad y que se cree un plan de adopción nacional «ágil y eficaz».

El acto en Burgos coincidió con la marcha por la vida organizada por el mismo colectivo en Madrid y que discurrió entre la Puerta del Sol y la Puerta de Alcalá. Una vez finalizadas estas reivindicaciones se entregarán las firmas recogidas en el Ministerio de Justicia para que se tenga en cuenta su opinión en la futura ley del aborto, según Fernández, quien aseguró que seguirán convocando iniciativas de estas características mientras «se sigan usando fondos públicos para financiarlo».

La convocatoria de Derecho a Vivir se produjo en la misma jornada que el Día Mundial contra la Pena de Muerte. «Se trata de dos realidades que queremos identificar», subrayó el portavoz local en referencia a que «el aborto llega a ser como una pena capital para esos niños que no llegan a nacer». Fernández fue más allá y comparó la interrupción del embarazo con el caso de los niños de Córdoba al considerar que se trata «de la matanza de un indefenso, uno antes de nacer y otros, después», respaldando así las declaraciones del obispo de esa ciudad.