La economía provincial se apoya en la automoción para crecer un 3,28%

H. Jiménez / Burgos
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La industria y la resurrección de la obra pública permiten que Burgos presente mejores cifras que la media nacional, compensando el mal año del cereal o la vid y la congelación del sector agroalimentario provocada por Campofrío

El Colegio de Economistas de Burgos presentó ayer su informe provincial que cada año analiza el comportamiento de los principales sectores en los que se apoya la economía burgalesa. Tras varios años de dura crisis, en 2014 se vislumbró un crecimiento de 1,5 puntos y ahora en 2015 esta mejora se ha consolidado hasta alcanzar el 3,28%.
En ese porcentaje fija el Colegio el crecimiento provincial, que de esta forma estaría ligeramente por encima de la media estatal. Aunque el dato de España no es definitivo, se estima que podría rondar el 3,2%, algo que llevó a los economistas a realizar un balance positivo de los 12 últimos meses.
Varios factores explican este crecimiento. Por un lado, una subida de la demanda interna derivada de una mayor estabilidad laboral y de que el paro se haya reducido a lo largo del último ejercicio en más de 3.800 personas, con caídas en todos los sectores. Hay también una mayor afiliación a la Seguridad Social.
Por otra parte, las exportaciones siguen con su tendencia creciente que alcanzan casi un 20% entre los meses de enero y octubre y van camino de marcar un nuevo récord histórico, lo que repercute en un buen número de empresas locales que venden sus productos fuera de España.
Y además, sectores industriales claves se han comportado de manera positiva. Entre todos ellos, como subrayó el presidente del Colegio de Economistas, Carlos Alonso de Linaje, destaca el de la automoción, «el que más aporta» a la economía burgalesa» tanto por su volumen de negocio como por su componente exportador. Han subido las matriculaciones (sobre todo las de camiones, autobuses y furgonetas) y el sector en su conjunto ha crecido un 4% en la provincia, por encima de lo que logró el año pasado.
La industria tiene un peso global de más de la cuarta parte de la economía burgalesa y otros subsectores como el metalúrgico, el químico, el farmacéutico o el eléctrico han presentado también datos positivos. Las fábricas de neumáticos y de cosméticos, así como las de medicamentos y vacunas, mejoran sus datos de la mano de las ventas fuera de España. La producción de electricidad, pese al parón de Garoña, creció gracias a la energía eólica que movió más y mejor los molinos aunque hayan pasado meses desde que se construyó el último parque eólico.
Por su parte, dentro del sector metalúrgico han crecido las actividades relacionadas con la construcción. Se trata de un incremento «muy leve» pero que al menos rompe la tendencia de los ejercicios anteriores. Y lo mismo ocurre con la propia edificación (hay más visados de viviendas y más transacciones inmobiliarias).
Pero sobre todo la construcción crece de la mano de la obra pública. El Colegio de Economistas advirtió de que quizás es un efecto vinculado directamente al año electoral, pero el caso es que 2015 vivió un gran incremento del esfuerzo inversor del Estado en nuevas licitaciones.
 
El lunar del campo.
También el turismo mejoró, lo mismo que el comercio, así que casi todos los sectores presentaron un comportamiento positivo. De esta forma fue posible compensar los lunares, que los hubo, de la economía provincial en 2015.
El principal lo sufrió el campo. El cereal vivió una mala cosecha y aunque logró un precio superior esto no fue suficiente para paliar el descenso en la producción. Lo mismo ocurrió con la vendimia en la Ribera del Duero, que tras el espectacular 2014 resultó inferior. Tampoco pudo crecer el agroalimentario. Aunque las bodegas se beneficiaron del crecimiento exterior de la mano de sus exportaciones, el incendio de Campofrío y la consiguiente desaparición temporal de su producción en Burgos provocó un ejercicio nulo.
Por último, el mundo financiero siguió sufriendo. Se redujeron el crédito y los depósitos, y han continuado los cierres de sucursales y la bajada en la concesión de hipotecas. El suyo es un sector todavía en reestructuración.