La obras necesarias para homologar la pista de atletismo verán la luz gracias a una inversión de cerca de 11.000 euros. Con esta cantidad se afrontarán los trabajos más urgentes y salir de la situación arrastrada en los últimos dos años, de la que se saldrá si se consigue la homologación para poder retomar las competiciones oficiales.
En estos momentos, las prioridades pasan por renovar la tierra de los saltos de longitud, habilitar la zona para la pértiga, adquirir vallas oficiales, cambiar las redes de las zonas en las que se practican lanzamientos y pintar las calles. En principio con eso sería suficiente para obtener nuevamente la homologación y por ejemplo ya se ha trabajado en el sistema de riego.
Dentro de esta situación y aunque por parte del edil responsable, Alexander Jiménez, se asegura que las mejoras se acometerán en breve, desde la Asociación Mirandesa de Atletismo (AMA) no se oculta el malestar por los continuos retrasos. En su opinión, el problema mayor no es la falta de una partida presupuestaria para la compra del material sino que apuntan más a la necesidad de ser constantes en el mantenimiento que se tiene que hacer en las instalaciones.
«Tenemos una pista que muchas ciudades quisieran pero está abandonada. Hace veinte años que no se han gasto un euro en ella», asegura Raúl Quero. La desidia en el cuidado de la instalación se manifiesta en que por ejemplo por los laterales de las calles proliferan las hierbas o en que la nueva colchoneta para saltos se guarda en un cuarto en el que se moja cuando llueve. «Son cosas que no implican mucho gasto, sino ganas, compromiso y querer hacerlo bien, porque si no fuese porque nosotros mismos cuando entrenamos nos preocupamos de adecentar la pista, estaría todo mucho peor», sostiene Quero cansado de esta realidad.
Por otra parte, desde el AMA también se señala la remodelación acometida en los exteriores de la pista el año pasado, cuando se asfaltó parte del camino que las rodea y conduce a los campos de fútbol. Una actuación que se ejecutó con el objetivo de facilitar el ingreso de los vehículos de mantenimiento pero con ello también se limitó alguna de sus actividades, como a la hora de organizar un cross en la zona. No obstante, se entiende que es una actuación que beneficia a otras disciplinas deportivas por lo que la respetan pero «¿cuándo nos toca a nosotros? Nunca se consulta con la gente que utilizamos el polideportivo lo que creemos que se puede hacer y seguro que entre todos aportábamos ideas», afirma Quero.