El Aeroclub plantea diferenciar los horarios de aeropuerto y aeródromo

R. Travesí / Burgos
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El organismo mantendrá una reunión con responsables de AENA el 6 de septiembre. Su postura es que la aviación general y deportiva pueda operar como antes en Villafría

Nave del Aeroclub para los cursos de piloto. - Foto: Alberto Rodrigo

El futuro y la viabilidad del aeropuerto de Burgos está en el aire, nunca mejor dicho, por el recorte del horario a tres horas diarias. Las próximas semanas serán clave para conocer si el Ministerio de Fomento decide dar marcha atrás o rebajar el plan de racionalización de actividades que ha aplicado a los 17 aeropuertos y dos helipuertos menos rentables de España. El objetivo de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) es buscar el ahorro de instalaciones deficitarias, que pasa por recortar su horario de apertura. Villafría es una de las instalaciones más afectadas porque su funcionamiento sufre un recorte del 87%, lo que supone pasar de las 91 horas semanales que tenía hasta ahora a solo 12. La decisión, que en principio se marcó a partir del pasado 23 de agosto, limita la apertura del aeropuerto entre las 13 y las 16 horas. Esto es la teoría porque, en la práctica, AENA ha permitido una ampliación de este horario hasta el 9 de septiembre, después de haber concedido unos ‘notam’ o permisos para la utilización puntual del aeropuerto (de 8 a 21 horas) y con todo el mismo personal del aeropuerto. Pese a ello, ha habido algunos días en que el funcionamiento se ha reducido a esas 3 horas, que no coinciden con los vuelos comerciales que, actualmente, opera Air Nostrum.

Ayuntamientos de ciudades afectadas por estos recortes de horarios en los aeropuertos, entre los que está el de Burgos, han levantado la voz por la decisión del Ministerio y han solicitado ‘suavizar’ su postura. Es de esperar que en los despachos de los responsables de AENA haya más de una petición de un alcalde para mantener una reunión para abordar este plan. Al margen de estos encuentros institucionales, ya están en marcha los contactos profesionales del sector. El Real Aeroclub de España y la Asociación de Operadores y Pilotos de Aeronaves (AOPE) tienen previsto una reunión con AENA para abordar el futuro de la aviación general y deportiva, después de la reducción de horario en los aeropuertos.

El presidente del Real Aeroclub y del de Burgos, José Luis Olías, acudirá el próximo 6 de septiembre con varias propuestas al director general de AENA Aeropuertos. La principal petición que conocerá Javier Martín será mantener operativas durante más tiempo las instalaciones, porque no solo prestan servicio a las compañías que ofertan vuelos comerciales sino que también sirven para la aviación general y deportiva. Olías apunta que en el caso de Burgos la solución podría pasar por diferenciar los horarios del aeropuerto y del aeródromo. De esta manera, a su juicio, los vuelos comerciales tendrían un funcionamiento reducido mientras que el resto de operaciones haría un uso más amplio como si se tratara de un aeródromo. Otra posibilidad que barajan es la posibilidad de utilizar la pista de las antiguas instalaciones militares.

Para ello, AENA debería devolver a la ciudad la instalación de Villafría. «Nosotros no necesitamos todo el personal que ahora trabaja en el aeropuerto, como todo el Cuerpo de Bomberos y técnicos de AFIS. Solo el gasolinero, un retén de bomberos y el guardia de seguridad para acceder a los hangares, como siempre fue así antes de la apertura de las nuevas instalaciones», precisa. Y explica que, antes, hacían uso de la pista de hierba y de la balizada después de comunicar a Vitoria el plan de vuelo, ya sea vía telefónica o por fax.

Volver a operar así requerirá que AENA lleve a cabo una segregación del viejo aeródromo y ceda a la ciudad esa instalación en las mismas condiciones que antes, por lo que deberán dotar de categoría a la antigua pista. José Luis Olías considera que la solución que plantea el Ministerio para flexibilizar la apertura de las instalaciones afectadas por el recorte de horario a través de los ‘notam’  no es viable. Es algo que hay que solicitar con varios días de antelación y «nadie sabe con tanto tiempo si va a hacer uso de la instalación, entre otras cosas por las condiciones meteorológicas que habrá esa jornada». A su juicio, esa no es la fórmula porque es discrecional, sin hablar del coste económico adicional que podría suponer. Uno de los instructores del Real Aeroclub de Burgos, Adrián Labarga, apunta que la tasa por operar ha pasado de los 7-10 euros a los 45-50 euros, en función del peso de la nave, por lo que está convencido de que habrá menos actividad.

Olías considera que la agilidad de la aviación no se puede constreñir al horario y recuerda que los vuelos operados de forma instrumental funcionan del amanecer al atardecer.

El presidente del Aeroclub de Burgos va al fondo de la cuestión y lamenta que el Gobierno central decida ahorrar unas pequeñas cantidades después de invertir varios millones de euros en una infraestructura. De los 12 vuelos diarios del año pasado, diez correspondieron a la aviación general y deportiva. «Nuestro sector es un negocio importante porque mueve turismo de gente que visita Burgos y tampoco va a reducir el déficit que acumula AENA», precisa. En cambio, apuesta por mantener abierto un aeropuerto en una ciudad, por los beneficios que reporta a la sociedad. Hace un símil entre un aeropuerto y una autopista, al apuntar que nadie se plantea cerrar esa carretera durante unas horas para ahorrar.

Olías se muestra esperanzado  en alcanzar un acuerdo satisfactorio con los responsables de AENA  para evitar una pérdida importante de clientes. De no ser así, advierte de las dificultades para seguir haciendo uso de Villafría y continuar con la formación de pilotos. «No descartamos irnos a otro sitio porque nosotros lo único que queremos es volar y aquí, en Burgos, será complicado con estos nuevos horarios», manifiesta. Labarga reconoce que  junto a esa corta franja de tiempo está el horario (de 13 a 16 horas), que es el peor para volar por el calor.

Pero tampoco se olvida del interés de tres empresas para utilizar Villafría como base de mantenimiento de aeronaves. Es una negociación que lleva a cabo el Ayuntamiento y que peligra con la reducción de horarios.

Carta del alcalde

El alcalde Javier Lacalle envió a principios de agosto una carta al presidente de AENA en la que pedía una revisión de los horarios del aeropuerto de Villafría y duplicar el número de horas de apertura. «Agradecería que volvieras a mirar los horarios planteados para que compruebes que el de Burgos ha sido el aeropuerto con más limitaciones de toda la red, cuando por otro lado tiene 4.000 operaciones al año y no es de los que menos viajeros tiene», recogía la misiva.

Lacalle justificaba la propuesta concreta a José Manuel Vargas de «que pudiérais ser más flexibles en el horario de aeródromo, manteniendo, por lo menos, seis horas operativas diarias por los numerosos vuelos no comerciales que tenemos».

El alcalde mostraba su comprensión con la decisión adoptada por el Ministerio de la reestructuración de los horarios a nivel nacional. «Es algo que todos entendemos dentro de la lógica para que los gastos que generan estas infraestructuras se adapten más al servicio público real que prestan a los ciudadanos», precisó. De ahí que Javier Lacalle decía conformarse «por ahora» con las tres horas que AENA le reserva a Villafría porque «garantiza el uso comercial del vuelo regular con Barcelona durante todo el año y posibilitará que puedan operar algún vuelo charter o más vuelos regulares en la época estival, como es el caso presente con seis destinos diferentes operados por 3 compañías».