La Organización Profesional Agraria Asaja ha denunciado que entre el 60 y el 70% de la uva que se vende en la Denominación de Origen Ribera del Duero se mete en bodega «a como ande», es decir sin saber a cuánto se va a pagar el kilo. Ante esta práctica abusiva demasiado habitual por parte de las elaboradoras, el sindicato ha hecho un llamamiento a los viticultores para que previamente firmen un contrato por escrito.
«Es importantísimo porque la mayoría de uva se entrega a como esté o dicen que a la media de como esté el mercado, que es a como fijen después las empresas. Y aconsejamos a los viticultores que el precio esté fijado de antemano a la entrega del producto, como debe ser en cualquier operación comercial», advierte David Sanz, técnico del sindicato.
Asaja estima que este año se va a producir una merma de cosecha en la zona de entre un 15 y un 20% respecto al año 2011, en el que se recogieron 96,6 millones de kilos de uva, fundamentalmente por la brotación irregular fruto de heladas de primavera tardía, la sequía y episodios puntuales de pedrisco en Fuentelcésped, Roa, Pedrosa, Boada y Anguix. Para el sindicato esta reducción tendría que traducirse también en un incremento de los precios del fruto, al igual que está ocurriendo a nivel nacional «de manera notable» en otros puntos de España como La Mancha, Extremadura o Levante donde «donde -apunta Sanz- se ha pagado la uva hasta un 50% más cara que otros años».
Según los cálculos de la organización producir un kilo de uva de calidad en la Ribera del Duero cuesta un mínimo de 70 céntimos, por lo que, reclaman un precio que les compense al menos los costes de producción y aporte un beneficie al viticultor para garantizar la viabilidad del cultivo «y no ir a un sistema de producción industrial». Teniendo en cuenta que en base a los datos que barajan el año pasado la media pagada rondó entre 50 y 60 céntimos «siguiendo la tendencia de otras zonas este año - apunta el presidente provincial Valdivielso- podría llegar al euro mínimo».
De cara al inicio de la campaña de vendimia, que según Asaja se generalizará a mediados de la semana que viene, el sindicato ha detectado si bien hasta hace pocos años los viticultores no encontraban mano de obra ahora se ha producido un incremento de oferta de mano de obra de la propia comarca a consecuencia de la crisis. Y alerta contra las ofertas baratas que podrían estar encubriendo trabajadores ilegales.
«Contratar un trabajador tiene un coste mínimo de 9 euros la hora. Las ofertas que se hagan a un precio inferior, que los viticultores lo examinen detenidamente porque pueden ser trabajadores en situación irregular y todos conocemos que en los últimos años la Inspección de Trabajo es una zona que la tiene muy controlada. Que comprueben que todos esos trabajadores que les ofrecen están en situación legal», advierte.
DERECHOS DE PLANTACIÓN. Por otra parte Asaja ha manifestado que apoya firmemente la última decisión de la Comisión Europea de mantener los derechos de plantación de viñedo en las zonas amparadas con Denominación de Origen y no finalicen en 2015 como estaba previsto, siempre bajo un control de los estados. «Consideramos que los derechos de plantación son un activo muy importante para los viticultores de la zona», señala Sanz.