Aconsejan que los agentes de la ORA no denuncien por teclear matrículas erróneas

I. Elices / Burgos
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El Procurador del Común resuelve a favor de un ciudadano y pide al Ayuntamiento que traslade a la concesionaria esta «sugerencia»

Decenas si no cientos de burgaleses han sido sancionados por teclear erróneamente su número de matrícula en los nuevos parquímetros de la ORA. Jesús Gil Rey, vecino de la capital, también fue multado por idéntico motivo. Pero, pese a que logró que el Ayuntamiento anulara el expediente, presentó una queja ante el Procurador del Común en el mes de febrero que ahora ha dado sus frutos. El Consistorio, según la resolución de la institución, deberá contactar con la concesionaria de la zona azul (Eyssa) para que los controladores se abstengan de denunciar a los vehículos cuyo tique presente errores en números o letras pese a los cuales se deduce que la matrícula se corresponde con la del coche en cuestión.

Las nuevas máquinas que expenden los tiques de la ORA obligan a marcar la matrícula, pero hay ocasiones en que baila un número o una letra, casos estos en los que los vigilantes de la concesionaria inician un boletín de denuncia, que conlleva una multa de 60 euros y no puede ser anulada en el momento (como sí se puede hacer en el caso de exceder el tiempo abonado). Además, una vez imprimido el recibo, si el usuario detecta el error no hay manera de devolverlo y reclamar el dinero invertido.

Indefensión

Esta situación de «abuso hacia los ciudadanos» es lo que llevó a Jesús Gil Rey a dirigirse al Procurador del Común, ya que detectó «una sensación de indefensión e impotencia en los ciudadanos afectados». La institución se dirigió al Ayuntamiento burgalés para que diera explicaciones al respecto. Alegó que la ordenanza de la ORA considera infracción leve «estacionar el vehículo con una matrícula que no corresponde». En todo caso, advertía de que el instructor del procedimiento -el propio Consistorio (departamento de sanciones)- «realiza de oficio las actuaciones necesarias para determinar la existencia de responsabilidades susceptibles de sanción». Es decir, que debe comprobar si el tique que se exhibe en el salpicadero del coche «corresponde con matrícula distinta». Y examina si un supuesto error al teclear números y letras «supone o no la exigencia de responsabilidad al usuario».

En este sentido, el Ayuntamiento asegura al Procurador del Común que «los errores más frecuentes -en un número o una letra- no se consideran infracción». El problema, según el ciudadano que ha impulsado la revisión de la manera de proceder de la concesionaria, es que «el Ayuntamiento solo las anula tras la reclamación del afectado». Si alguien lo olvida, no se da cuenta o consume el plazo de alegaciones, ha de pagar la sanción.

De ahí que el Procurador del Común inste al Ayuntamiento de la capital burgalesa a dar instrucciones a la empresa concesionaria para que los vigilantes no denuncien a los vehículos cuyo tique presente errores mínimos, pese a los cuales la matrícula se ve claramente que corresponde con la del coche. De este modo, «se evita que el afectado tenga que formular alegaciones para que se incoe el correspondiente procedimiento sancionador que, aplicando el criterio municipal, terminaría anulando la denuncia». Asimismo, la Administración «verá aliviada su carga de trabajo a la hora de gestionar este tipo de procedimientos».

La actuación del Consistorio de Burgos «no es irregular», según señala la institución castellano y leonesa, por lo que su resolución debe ser considerada «como una sugerencia para la mejora de un servicio público». Sin embargo, Jesús Gil Rey adelanta que, si en el plazo de dos meses los controladores no ponen en práctica esta ‘invitación’ del Procurador del Común, presentará una «demanda en los tribunales, pues podría tratarse ya de la comisión de un delito de prevaricación». Así que este vecino de la capital estará atento para ver si en las próximas semanas los controladores abandonan esta práctica por recomendación municipal.