El refrán ‘Donde dije digo digo Diego’ ha adquirido una nueva dimensión con la gestión que ha llevado a cabo el Ministerio sobre el traslado del TSJ y la Audiencia de Burgos al Palacio de Justicia del Paseo de la Isla. Finalmente, ambos  tribunales ocuparán el edificio rehabilitado situado frente al río Arlanzón, que entrará en funcionamiento en el mes de mayo. Y el inmueble de San Juan, en el que aún permanecen ambos órganos judiciales, pasa al Ayuntamiento.  

Tras las versiones contradictorias que dio el Ministerio a finales del mes pasado -el día 23 aseguraba que TSJ y Audiencia de Burgos  compartirían el Palacio de Justicia de la Isla y el día 24 anunciaba lo contrario, que el segundo tribunal se quedaba en San Juan- ayer viajó a Burgos el subsecretario de Justicia, Juan Bravo, para aclarar la situación.

Se trasladó a la capital para conocer «el alcance de la obra de rehabilitación del Palacio» y reunirse con todos los agentes implicados de la comunidad judicial.

Tras ese encuentro, la visita al inmueble y «las muchas posibilidades estudiadas en las últimas semanas la mejor opción ha sido la de que el Palacio del Paseo de la Isla se convierta en sede definitiva del TSJ y la Audiencia».

El traslado al edificio rehabilitado de la Isla se producirá «a lo largo del mes de mayo». El calendario de la mudanza quedará marcado por «los señalamientos de ambos tribunales».

Agradeció a la ciudad y al Ayuntamiento, en particular, la colaboración que ha tenido con el Ministerio en los últimos meses y a lo largo de todo el proceso, «cuando allá por 1999 se firmó el convenio que permitió la rehabilitación del edificio». También aludió a la comunicación permanente que han mantenido los presidentes del TSJ y la Audiencia desde enero en relación a este proyecto.

Asimismo, criticó «la poca transparencia y la escasa publicidad que el Ministerio ha dado a la  obra del edificio del Paseo de la Isla, desde el punto de vista del conocimiento de la ciudadanía de Burgos». Un tónica que el departamento que dirige Alberto Ruiz Gallardón «quiere romper a partir de hoy (por ayer)».

La convivencia de ambos órganos judiciales «es la solución óptima» en unos momentos en los que «hay que generar un programa de eficiencia desde todas las Administraciones Públicas». Hay que ser «consciente» de que cualquier opción que entrañe un «ahorro de costes» debe prevalecer sobre «el mantenimiento de dos edificios abiertos». Recordó que el presidente del Gobierno ha dado «instrucciones muy claras para racionalizar la política de inmuebles, lo cual debe incluir también a todos los servicios públicos». Sobre la superficie del inmueble, los 13.000 metros cuadrados, «son suficientes para albergar de forma cómoda ambos tribunales y prestar un buen servicio al ciudadano».

Reconoció que la decisión que anunció ayer «supone la reconsideración de planteamientos anteriores». Sobre el encuentro fantasma que dio lugar a la rectificación del día 24 de febrero en la que el Ministerio señalaba que ambos tribunales ocuparían sedes independientes, Bravo aseguró que se trató de «un error de comunicación del Ministerio». Admitió que «no se produjo una reunión física» entre él, Carreras, Concepción y Lacalle, «sí llamadas telefónicas entre las partes». «Cuando se cometen errores se reconocen y punto, no hay más valoraciones que hacer», indicó.

El presidente del TSJ, José Luis Concepción, agradeció al actual Ministerio «el cambio de talante» tras la «falta de comunicación» demostrada por el anterior equipo -del PSOE-. «Una vez que se aprecia el resultado de la obra puede que el planteamiento sea diferente al que nos hemos hecho hasta ahora», indicó. Hay que recordar que Concepción ha solicitado numerosas veces que en la Isla solo se asentara el TSJ.

Juan Miguel Carreras, su homónimo en la Audiencia de Burgos, indicó que la decisión del Gobierno central obedece a «un planteamiento realista y objetivo». Y recordó la dificultad de compartir espacio en San Juan   con un servicio de tan diferente naturaleza a una institución judicial, en alusión a la intención del Consistorio de ubicar allí un CEAS.