El PCAS ha presentado este viernes ante la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral una solicitud de impugnación del censo electoral de 36 localidades de la provincia de Burgos tras haberse registrado "incrementos anormales" del número de residentes y ha pedido a PP y PSOE que expulsen de sus listas a los alcaldes implicados en dicha alteración.

El partido considera que estos "alarmantes incrementos" del censo electoral de pequeñas localidades persiguen "alterar la voluntad ciudadana" en las elecciones municipales de mayo, permitiendo que se hagan con dichas alcaldías personas que carecen del apoyo vecinal.

El Partido Castellano ha expresado también una "especial alarma" ante el hecho de que de las 183 entidades locales españolas en las que la Oficina del Censo Electoral ha registrado empadronamientos sospechosos, el 43 por ciento pertenezcan a Burgos.

Los castellanistas han achacado este dato a la "tradición caciquil" que impera en las zonas rurales de la provincia, "alimentada durante décadas" por el PP y el PSOE, y han puesto de manifiesto que los incrementos registrados en los empadronamientos superan, incluso, el 20 por ciento de la población estable.

Por todo ello, han reclamado a la Oficina del Censo Electoral una revisión exhaustiva de los empadronamientos irregulares en el último año y la "limpieza de intrusos" del censo electoral de estas localidades.

Asimismo, han instado a la Junta Electoral Central a que investigue la posible comisión de un delito electoral, de falsedad en documento público y prevaricación por parte de los alcaldes de los municipios afectados.

El PCAS ha impugnado el censo electoral en 36 localidades burgalesas, doce de ellas gobernadas por el PSOE y otras 24 por el PP.