El mal estado de la vía salpica de limitaciones desde hace años la línea Burgos-Miranda

H.J. / Burgos
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Los partes internos de ADIF señalan hasta 10 puntos problemáticos, lo que obliga a los trenes a rebajar su paso a 30 kilómetros por hora en varios cambios de aguja. Algunos persisten desde los años 2008 y 2010 por falta de mantenimiento

Un tren de mercancías sale por la boca oeste del túnel número 1 de la Brújula. - Foto: Ángel Ayala

La línea tiene un siglo y medio. 151 años, para ser exactos, pues se estrenó en 1862. Pero eso no sería un gran problema si tuviera el mantenimiento necesario. El problema es que las inversiones en este capítulo no han sido las que deberían y en los últimos tiempos el deterioro del trazado va a más. Y la consecuencia es que el trazado ferroviario entre Burgos y Miranda de Ebro está jalonado de puntos con velocidades limitadas por problemas de conservación.

Un documento interno del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), fechado a 5 de agosto y al que ha tenido acceso este periódico, señala hasta 10 puntos con «precauciones» en el lenguaje técnico. Dos de ellos tienen como causa el mal estado de la vía. Siete hacen referencia al «mal estado de desvíos», lo que comúnmente se conoce como las agujas. Y uno más menciona a un muro de un paso superior de la autopista AP-1, en las inmediaciones de Briviesca.

El cuadro, especialmente útil para los maquinistas que realizan el recorrido, especifica el punto kilométrico inicial de la precaución, el punto final, su situación en función de la localidad más próximas, la causa, el sentido de la circulación afectado o su longitud. Y también la velocidad a la que obliga la limitación. En casi todas ellas los trenes se ven obligados a frenar hasta circular a 30 kilómetros por hora, algo que ocurre en varios puntos cerca de Quintanapalla, en Santa Olalla de Bureba y junto a Briviesa. En Calzada de Bureba, aunque también se refleja el mal estado de la vía, la limitación no es tan severa y se queda en 60 km/hora.

El alto número de limitaciones en un tramo de unos 60 kilómetros contrasta con el número mucho menor que encontramos entre Venta de Baños y Burgos, una línea construida en la misma época de mediados del siglo XIX pero que al parecer ha contado con un mantenimiento mejor. Allí solo se citan limitaciones de 30 kilómetros por hora en Torquemada y de 60 en Estépar por culpa de una alcantarilla, además de una precaución de 160 por hora en la variante de Burgos.

Volviendo a la mitad norte de la provincia, llama la atención especialmente las fechas de implantación de algunas de las limitaciones. Cinco de ellas han sido colocadas en lo que va de 2013, pero otras cuatro datan del año 2010 y una, incluso, de enero de 2008. Llevan por tanto en vigor cinco años y medio sin que se haya puesto remedio.

Este periódico se ha puesto en contacto con ADIF para intentar recabar una valoración respecto de estas limitaciones o una previsión sobre su arreglo, sin haber obtenido respuesta. Sin embargo, fuentes conocedoras del sector explican que el surgimiento de problemas por el mal estado de las vías es algo habitual y no tiene por qué ser peligroso, pero el alto número de precauciones tan concentradas y el tiempo de permanencia de algunas de ellas evidencian una falta de mantenimiento, aunque estas mismas fuentes explican que es habitual ver a operarios de ADIF reparando puntos concretos que surgen y desaparecen, como recientemente ha ocurrido en las inmediaciones de Calzada o en Bujedo.

Tras el accidente de Santiago

La constatación de estos puntos con mal estado de las vías surge en un momento en el que la seguridad de todo el trazado ferroviario se está sometiendo a revisión tras el terrible accidente de Santiago de Compostela que a finales de julio costó la vida a 79 personas. A principios de agosto el Ministerio de Fomento anunció que revisaría la velocidad y la seguridad en el conjunto de la red ferroviaria, lo que incluye el trazado por la provincia. Y desde ayer mismo es obligatorio el refuerzo de la señalización el frenado automático en tramos donde hay que reducir drásticamente la velocidad.  

En su día, tanto desde el comité de empresa de ADIF en Burgos como desde el sindicato Comisiones Obreras se hizo un llamamiento a la prudencia. Insistían en que no puede hablarse de ‘puntos negros’ que comprometan la seguridad de trabajadores y pasajeros, aunque admitían que las condiciones de algunas líneas son muy mejorables, citando concretamente el ejemplo del trazado Burgos-Miranda donde las limitaciones de velocidad acaban suponiendo incrementos injustificados en los tiempos de viaje.