La relación del rey Alfonso VIII con la ciudad de Burgos fue muy estrecha; no ha dejado de serlo: sus restos reposan desde hace ocho siglos en el Monasterio de Las Huelgas, cenobio que él y su esposa, Leonor de Plantagenet, fundaron en el año 1189. Con motivo del 800 aniversario del fallecimiento del monarca castellano, y para honrar la honda huella que su reinado dejó en la ciudad, el Monasterio de San Juan será escenario en otoño de una exposición documental en la que se exhibirá una veintena de documentos de la época que se conservan en el Archivo Municipal, en el Palacio de Castilfalé, y que han sido restaurados en los últimos meses para la muestra por el Taller de Restauración Contrafibra, de Burgos.
Todos los documentos son originales y pertenecen a la ciudad. «Esta exposición quiere no sólo reivindicar la enorme vinculación que tuvo Alfonso VIII con la ciudad, hasta el punto de que se le llamó el ‘Rey burgalés’, sino para poner de manifiesto la importancia de los fondos documentales que tiene nuestro archivo», explica Fernando Gómez, concejal de Cultura. El monarca castellano fue un gran protector del Monasterio de San Juan, por eso ha sido éste el lugar elegido para la muestra. Será la llamada sala de capilla la que acoja la exposición por un doble motivo: es uno de los espacios menos utilizados del cenobio, pero ideal para una muestra así, y porque en ella está colgado el más famoso cuadro de MarcelianoSanta María, ‘El triunfo de la Santa Faz’, obra que evoca la victoria de los cristianos frente a los almohades en la Batalla de las Navas de Tolosa, episodio bélico que se produjo en el año 1212, bajo el reina de Alfonso VIII.
El más antiguo, de 1178
La paleógrafa y medievalista Sonia Serna será la comisaria de la exposición, que mostrará documentos fechados a partir de 1178. El legajo más antiguo, que data de ese año y lleva la firma del rey, hace referencia a una donación real a Lope de Fitero de los lugares de Quintanilla y Valle Vasicho en Castrojeriz; en otro documento, también de ese año, el monarca autoriza la enajenación o empeño de casas y heredades emplazadas en el barrio de San Juan de Burgos «siempre que se garantice al Monasterio de San Juan el cobro de censos y diezmos correspondientes». Es precisamente la abadía benedictina la principal protagonista de los documentos, toda vez que el monarca fue protector del templo. Tan es así que otro de los papeles que se expondrán en la muestra hacer referencia a la concesión al Monasterio de San Juan de los diezmos, sernas, portazgos y otros bienes y derechos de diversa índole que estuviesen en posesión de la iglesia de San Pedro de Castrourdiales.
Otros documentos recogen privilegios otorgados por el rey; asimismo, se mostrarán insertos o copias, esto es, documentos posteriores a la época alfonsina que hacen referencia a decisiones tomadas durante el reinado de Alfonso VIII, como el escrito en el que Alfonso X confirma en 1255 un privilegio en su día otorgado por su antecesor por el que se habían concedido al Monasterio de San Juan doce excusados elegibles por el prior en el barrio de San Juan, entre otros. El ciclo de charlas y conferencias que se desarrollarán mientras esté abierta al pública la exposición estará dirigido por Emiliano González Díez.