«Por ahora el Divino Valles es totalmente imprescindible»

G.G.U. / H.J. / Burgos
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Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso • Gerente del complejo hospitalario

Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso, gerente del complejo hospitalario. - Foto: DB/Alberto Rodrigo

La mudanza al Hospital Universitario se completó en su fase principal entre el 11 y el 18 de junio, cuando se trasladaron todas las hospitalizaciones al nuevo centro en el que ya estaban funcionando las consultas. Desde entonces, estas últimas semanas se han centrado en ajustar aspectos mejorables y en preparar los flecos que aún están pendientes. Aunque lo principal está superado, queda trabajo por delante.

¿Qué balance general hace del proceso de traslado del hospital?

El balance es francamente favorable. Cerramos el viejo hospital, trasladamos todos los servicios y en paralelo los pusimos en marcha sin que hubiera una merma importante en la actividad asistencial. A partir de entonces se van normalizando progresivamente los quirófanos, las plantas, las consultas que estaban más avanzadas, y poniendo en marcha el complejo equipamiento que tenemos. Detrás de todo este proceso hay muchísimo trabajo y ha sido un acierto, en términos generales, cómo lo hemos logrado con  los profesionales y la relación con la empresa concesionaria.

¿Qué servicios han sido los más problemáticos a la hora de recuperar la normalidad?

Algunos aún están pendientes de encontrar su ubicación definitiva como el servicio digestivo, completar las obras que tenemos en dos quirófanos, el de cirugía y cirugía vascular, traer la radioterapia, etc, etc. Pero la mayoría se han adaptado bastante bien al nuevo contexto. Casi todos los servicios han requerido sus días de adaptación, como todo el área que tenemos con 24 quirófanos más todo el área ginecológica... Pero problemas concretos importantes no hemos tenido porque previamente se preparó para que pudiéramos venir en las mejores condiciones.

Las obras de última hora en varios puntos del edificio llamaron la atención. ¿Por qué se esperó hasta el último momento y no se acometieron antes?

La ejecución del hospital se realizó conforme a un proyecto, y a final del año pasado la prioridad se estableció en que no habría nuevos modificados porque habrían demorado mucho el final. Por eso se esperó hasta que el edificio estuviera entregado y se pactó que al finalizar la recepción material de la inversión se haría una serie de obras para la adaptación funcional.

Tras dos meses aquí, ¿han encontrado nuevos detalles que corregir, alguna reforma imprevista?

Hay que ser conscientes de que este es un edificio enormemente complejo. Se ejecuta conforme a un plan de 2005 y posteriormente el instinto de mejorar el hospital provocó que se hicieran modificados en equipamiento y en obra. Una vez entregado hay cambios. Pensemos cómo se entregó el Yagüe en el año 60 y cómo se tuvo que ir adaptando luego. Pero nosotros ahora ya hemos dejado el hospital mucho más ‘redondo’ y con garantías. Las adaptaciones que tengamos a partir de ahora serán más pequeñas pero el futuro nos irá definiendo nuevas prioridades.

Faltan los dos equipos de radioterapia. Los aceleradores lineales, ¿para cuándo se esperan?

En el contrato con la concesionaria se concedió una mora hasta el 31 de diciembre de 2012. Se entiende que deben estar encargados, en los próximos meses estarán en periodo de producción, se instalarán a finales de año, o eso entiendo, y a primeros de 2013 se harán las pruebas que garanticen su correcto funcionamiento. Lo razonable es que el próximo año estén listos.

Pero se habló de que uno de ellos podía llegar este mismo verano.

Hablamos con la sociedad concesionaria para que intentara acelerar los trámites con un equipo, pero yo lo que sé hasta ahora es que han encargado los dos equipos y que esos son los plazos, que debe cumplir para que el próximo año estén en funcionamiento. Mientras tanto respecto a la radioterapia estamos trabajando con el acelerador que tenemos en el Divino Valles y la bomba de cobalto.

¿Qué previsiones tiene respecto a los espacios y plantas actualmente cerradas?

Ahora estamos utilizando el Divino Valles para hospitalización, sobre todo para Medicina Interna, y por eso tenemos dos plantas de   hospitalización sin abrir. Su futuro irá en consonancia con lo que determinemos para el Divino Valles, y en la medida que podamos traer pacientes de allí iremos abriendo esas unidades. Lo que tenemos que hacer es gestionar bien la ocupación del hospital, los ingresos y las altas, e implantando alternativas a la hospitalización como la ambulatorización de procesos, el ajuste de la estancia media de los pacientes ingresados, hospitales de día, pruebas sin ingresos... Todo eso son medidas básicas que los profesionales tenemos que implantar y nos permitirá ajustar también la estancia media de los pacientes ingresados.

El número de camas de este centro no es muy superior al del Yagüe. ¿Por ahora están resultando suficientes?

Estamos perfectamente dimensionados para la ocupación actual, que incluso nos permite tener dos plantas libres. Los ingresos que tenemos en el hospital están en torno a 540-500 pacientes diarios y la capacidad es de 677, teniendo en cuenta que el 42% de las habitaciones son individuales y en caso de necesidad podrían duplicarse hasta alcanzar un número total de 800 y pico o 900 camas. Burgos tiene una infraestructura hospitalaria perfectamente adaptada a sus necesidades actuales y futuras.

¿Hay planes para cerrar definitivamente el Hospital Divino Valles, como se ha llegado a apuntar por parte de la Junta?

Vamos a ver. Por ahora el Divino Valles es totalmente imprescindible como complemento, como apoyo al complejo asistencial, y no es previsible que a a corto plazo tenga un plan de cierre. Allí está el Instituto Anatómico Forense con previsión incluso de ampliación, la radioterapia, los distritos de Salud Mental, el Banco de Sangre con todos sus dispositivos, y actualmente tenemos alguna especialidad o parte de ellas que están pendientes de actuaciones, como Urología o algunas consultas de Trauma, y dos plantas de hospitalización, que queremos traer a este hospital este otoño con todo el personal necesario. Pero de momento el Divino Valles será un mix de cosas, con un montón de ocupaciones. El hospital principal estará aquí pero el Divino tendrá actividades que intentaremos ajustar para definirlo bien.

El propio consejero habló de un plazo de un año para comprobar cómo se relacionaban el Universitario y el Divino para tomar una decisión respecto al cierre.

Claro, pero ahora es pronto para pensarlo. Con tantas cosas pendientes no me atrevería a fijar plazos de cierre. El concepto que hemos utilizado para él es un poco ‘comodín’, lo tenemos para opción y reserva para una serie de actividades y complementos que aún no se han puesto en marcha aquí y que no tenemos posibilidad de encajarlas, traer todas es imposible. Veremos cómo podemos gestionar con rigor y eficiencia todos los recursos en esta época de escasez.

¿Le han trasladado los sindicatos el temor de que se supriman puestos de trabajo en ese proceso?

Nuestro personal directo, el del Sacyl, es la plantilla que tenemos y tenemos que llevar a cabo su mejor gestión y ubicación para asignarlo a diferentes sitios, pero no hay ningún planteamiento de amortización de personal. Otra cosa es el personal de las contratas del Divino Valles, como las de limpieza, etc. Hay que entender que de cara al futuro se ganarán aquí puestos de trabajo que se pueden perder en el otro centro. Serán decisiones de las empresas que requerirá en los próximos meses modificación de los contratos que hay allí y ver cómo evolucionan. Nos hemos interesado por que la empresa Eficanza (la concesionaria del nuevo hospital) se interese por ese personal de la misma manera que el personal del General Yagüe se subrogó aquí.

¿Cómo está el proyecto del vial de conexión con el Divino Valles?

Bueno, era un proyecto que estaba en función de una buena comunicación entre ambos centros y también para que haya un vial de alternativa más fácil para la circulación, sobre todo para el transporte público, y es una cuestión que está en proyecto. Están pendientes de habilitar la partida para ejecutar esta obra y según tengo entendido se intentará que se realice a través de la propia UTE, y para ello se harán planteamientos de reequilibrios financieros y ver cómo se costearía esta obra.

¿Puede ser útil ese vial aunque el Divino Valles no funcione a pleno rendimiento?

Sí, porque ese centro va a tener vida aunque alguno de sus contenidos tenga fecha de caducidad allí. Y esa salida para el transporte público también es interesante, aunque todas las actuaciones estarán muy condicionadas por el momento económico que complica la toma de decisiones respecto a los proyectos.

Algunas voces críticas con el Hospital Universitario comentaban que las facturas de gasto energético como la luz o la calefacción disparan, con mucho, las del General Yagüe. ¿Tienen algún  dato después de estas primeras semanas que pueda constatar si esto es así?

Tenemos que tener en cuenta las características de este edificio, que es entre 3 y 4 veces más grande que el Yagüe. Tiene una concepción moderna, está pensado para los próximos 40 o 50 años, con grandes espacios, y eso conlleva que no es lo mismo calentar o enfriar o iluminar una superficie que otra. Los consumos energéticos serán más caros, eso es evidente, pero de acuerdo con la empresa concesionaria estamos haciendo estudios que nos permitan ser eficientes al máximo. Tenemos que ajustar mucho esos consumos y todavía necesitamos esos informes que llevarán su tiempo, pero nuestro objetivo es que el edificio sea razonablemente sostenible y con consumos equiparables a centros de otras dimensiones.

En un principio se preveía que el equilibrio entre la empresa pública y la privada iba a ser muy complejo. ¿Cómo es la relación con la concesionaria?

Estamos trabajando en un esquema de entendimiento y funcionamiento:cómo nos ponen en marcha los equipos, cómo nos hacen las reformas, cómo se hacen los mantenimientos de los equipos, cómo se suministran los fungibles... Se les está pidiendo que sean rápidos y eficaces en el funcionamiento y poco a poco el hospital está cogiendo un ritmo de trabajo bastante bueno y las cosas se van resolviendo. No todo está resuelto, pero se va trabajando en ello.

¿Cómo es el día a día, quién decide cuándo se renuevan las sábanas o cuándo se compra una máquina nueva?

Tenemos un programa que permite que los profesionales del hospital puedan hacer un registro de todas las incidencias. Hablamos de miles, desde muy pequeñas hasta más importantes. En un buen porcentaje se van resolviendo; en otros, no nos entendemos, no tenemos claro de quién es la responsabilidad o quién tiene que ejecutar esa actuación. Nos reunimos con mucha frecuencia para ir afinando el esquema de funcionamiento y que, al final, el profesional no tenga ningún problema.

Con respecto al General Yagüe, ¿qué falta por sacar?

Se va haciendo poco a poco, no con la rapidez que nos gustaría, porque lleva tiempo y porque el hospital nuevo ha requerido que prácticamente todo el personal estemos trabajando aquí, pero, bueno, poco a poco se van quitando los aparatos y los equipos más importantes y se van entregando a hospitales de la comunidad. Los suministros se van trayendo a los almacenes del hospital, se está haciendo un plan para traer todos los medicamentos, todo lo que teníamos en las diferentes plantas para incorporarlo a la farmacia... Estamos haciendo un proceso de desmantelamiento quizá algo lento, pero continuado.

¿Y para cuándo se espera que esté vacío y listo para que se tome una decisión?

Cuanto antes, mejor, porque nos está obligando a tener vigilancia, a tener técnicos de mantenimiento... Está cerrado, pero no clausurado y, por lo tanto, lo razonable era hacerlo a lo largo de seis meses. Intentaremos acelerarlo.

¿Tiene idea de cuáles son los planes sobre su futuro o Sacyl no tiene nada que decir al respecto?

Hablaremos en la Gerencia regional y cuando podamos hacer una previsión más fina de en qué momento está vacío el hospital y en qué momento se pueden acometer los planes y proyectos que hay para la demolición y que se ejecute el plan parcial para esa zona, pues entregaremos la llave y la propiedad.

 ¿Pero decidir cuándo, cómo o con qué método se derriba es una decisión que corresponde a Sacyl?

Sería aventurado que dé una opinión sobre ese asunto. No lo sé.

¿Cree que la decisión de no atender a extranjeros sin papeles puede colapsar Urgencias o a causar otros problemas?

No. Nosotros no hemos detectado ningún problema. Hay una legislación sobre este asunto y creo que lo razonable es que se cumpla. Hay una cobertura importante a embarazadas, casos pediátricos, enfermedad crónica y la urgencia acude al hospital con absoluta normalidad. Si hay alguna incidencia puntual... Lo que no ha habido es desatención, y no le veo mayor conflictividad al asunto.

Algunos profesionales han decidido hacer uso de la objeción de conciencia para no aplicar la ley. Usted, como médico, ¿qué hubiera hecho?

Una cosa es a nivel particular y otra a nivel institucional o como profesional. Creo que los médicos son funcionarios públicos, profesionales que dependen de una Administración y que deben cumplir las normas y la legislación vigente. Por lo tanto, creo que, en esto como en todo, estamos en un sistema organizado en el que las leyes están para cumplirlas y si tienen alguna cuestión, hay foros para defender actitudes o planteamientos diferentes. Yo, como funcionario público, debo cumplir con la normativa que hay al respecto.

La semana pasada DB publicó que la lista de espera se ha duplicado. ¿El traslado ha sido un motivo determinante o ha pesado más la supresión de peonadas y conciertos?

Evidentemente, ha sido un período muy complejo en el que la prioridad se ha centrado en poner en marcha el nuevo hospital y el traslado ha tenido un impacto muy importante en lo más demorable de la lista de espera. Todo lo urgente, lo preferente, lo oncológico, lo cardiológico... Todo eso se ha realizado y ahí no ha habido problema. El 1 de mayo suspendemos el concierto externo, que en Burgos teníamos con Recoletas y era importante. Y después, se ha quitado el trabajo de tarde; en Burgos había mucha autoconcertación, mucha peonada, y la suspensión ha tenido un impacto importantísimo. Digamos que la jornada adicional no logra compensar el impacto de suspender la autoconcertación, pero estamos en una línea progresiva de incrementar la actividad. De hecho, este verano estamos operando prácticamente el doble que el pasado. También tengo que decir que la lista de espera quirúrgica, que en prensa ponía que hace un año era como de dos mil pacientes y ahora cinco mil y pico... Vamos a ver, hace un año no era de dos mil pacientes. La lista de espera total de hace un año era de cuatro mil pacientes. Por lo tanto, este gerente no tiene la responsabilidad de haber duplicado la lista de espera. En un tipo de demora había dos mil pacientes y en otro tipo de demora había otros dos mil. Ahora lo hemos regulado y hemos unificado el criterio para que todos estén en la misma lista, y por eso hablamos de cinco mil y pico pacientes, pero hace un año había cuatro mil y pico. Esa es la realidad. Pedimos un margen de confianza, pero habrá un incremento de actividad y se mejorará la gestión de la lista de espera quirúrgica con seguridad.

¿Hay posibilidad reales de reducir la lista con los nuevos quirófanos, pese a la supresión de los turnos de tarde?

Segurísimo. Si el año pasado estábamos trabajando sobre seis, siete u ocho quirófanos en julio, agosto y en parte de junio y septiembre, ahora hablamos de diez, doce o catorce quirófanos todos los días. Después, habrá más, iremos  haciendo programaciones completas, y contando con la jornada adicional, se irá notando el incremento de actividad de manera sensible a lo largo de los próximos meses. No me cabe ninguna duda. Los profesionales son conscientes de que tenemos obligaciones; es verdad que algunos manifiestan su enfado por el incremento de jornada, los dineros... Pero la actividad es otra cosa. No tiene por qué repercutir en el paciente o en una bajada de tu actividad, porque no hay motivo. No puedo poner ningún pero a la mayoría de los profesionales del hospital por su generosa contribución al funcionamiento y a su puesta en marcha, que ha sido modélica. Han dado mucho para que logremos que estemos con unas perspectivas de funcionamiento a buen ritmo.

La política de recortes ha sido criticada por muchos profesionales porque alegan que va en detrimento de la atención del paciente.

A nivel particular, cuando a uno le tocan la cartera, no le gusta y le puede producir un nivel de disgusto mayor o menor, pero es lo que hay y una persona, viendo el contexto y la situación económica, lo tiene que entender. De lo que no me cabe ninguna duda es de que no repercute para nada en sus planteamientos asistenciales. Los profesionales vienen y les gusta trabajar, y lo vemos en los pacientes todos los días. Ven que están en un gran hospital, en el que se ha pensado mucho, quizá demasiado, en el paciente.

¿Por qué dice que quizá se ha pensado demasiado en el paciente?

Por ejemplo, en las consultas. El pasillo y la zona de espera es la zona más noble, por así decirlo, y el paciente estaría igual de cómodo con luz artificial porque viene y se le va a atender inmediatamente. Lo que no tiene mucho sentido es que el profesional y la enfermera estén en una sala prácticamente oscura y el paciente en la zona más luminosa porque uno viene diez minutos y los otros van a desarrollar su vida profesional durante diez, veinte o treinta años allí. Pasa en consulta de endocrino, alergias... En los próximos años, nos gustaría ver si se puede hacer algún plan de mejora. En cambio en hospitalización, y con mucho criterio, el arquitecto definió unas habitaciones para el paciente y para el acompañante y la familia y para respetar la intimidad y las mejores condiciones.

Al margen de los planes de ahorro impuestos por la Junta, ¿tiene la gerencia del hospital posibilidades para recortar más?

Indudablemente. Nosotros tenemos que trabajar con planes consecuentes de austeridad, de buenas prácticas en la gestión y en la utilización de los recursos. Como gerente y como equipo directivo tenemos un presupuesto asignado que se debe cumplir. Para ello ayuda la normativa que se va sacando en cuanto a jornada, retribución y etcétera, etcétera, pero en la gestión del gasto en el capítulo 1 y del gasto en personal se tiene que ajustar a lo presupuestado y yo creo que en esa línea este año vamos bastante bien. La gestión del gasto corriente tiene sus incertidumbres este año porque hemos trabajado en dos hospitales, porque todavía hay cuestiones que no sabemos qué impacto van a tener... Hay cosas en las que no tenemos control directo, pero  otras en las que sí: un mayor rigor en la utilización de recursos tan costosos como prótesis quirúrgicas, farmacia, medicamentos, quimioterapia, o en hacer un uso eficiente y razonable de los recursos.

En el capítulo de recortes, otra de las cosas que ha molestado es que a los profesionales no se les vaya a dar la comida gratis durante las guardias.

En el Universitario hemos tenido que hacer como en todos los hospitales:la comida no entra como opción para los profesionales que están de guardia. Realmente, es una medida de poco impacto económico, pero también es verdad que los servicios de intervención y de auditorías ya ponían reparos sistemáticamente porque no se podía dar comida gratis a los profesionales. Nosotros hemos querido colaborar hablando con la cafetería para que mejore las condiciones en los menús y en el área destinada a los profesionales. También se ha habilitado una zona de comedor en el área de descanso de los profesionales, no para que cocinen, pero sí para que preparen o calienten lo que se han llevado.

¿Tienen cafetería separada los profesionales?

La concesionaria no ha separado la caja y la barra, pero las mesas y sillas sí están en otra zona.

El tema del transporte público también ha sido polémico y aunque no es de su competencia,  ¿puede hacer algo para que haya parada dentro del hospital?

El Ayuntamiento tiene interés en que el autobús pueda entrar en el recinto del hospital. Hay que acometer una pequeña obra de reforma, que tiene que hacer la concesionaria, para permitir que los autobuses entren y giren. Lo hemos trasladado y nos gustaría que lo hicieran cuanto antes para que una o varías líneas pudieran entrar y dejar a los pacientes en la zona de consultas, porque hay un paseo importante desde la parada hasta allí. Tiene cauce de solución y, aunque no es competencia directa nuestra, nos gustaría que se hiciera cuanto antes.