Ariza, rebelde con causa

M. José Fernández / Briviesca
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El actor briviescano está en Londres participando en una producción cuyo escenario es el barrio donde nació David Bowie. Acaba de llegar de Palestina y se ha escapado a la capital burebana con su compañía EntreEscombros

Javier Ariza, con el 6o0 que interviene en su último proyecto escénico. - Foto: M.J.F.

 
El briviescano Javier Ariza, que acaba de rebasar la barrera de los 30, continúa imparable con su carrera actoral. Este mes está en pleno Londres representando el espectáculo The 3 scavengers (Los 3 carroñeros, en español) en colaboración con la compañía Beautiful Mess Theatre. La puesta en escena se hace en las calles de Brixton, el barrio donde nació David Bowie. «Allí está toda la cultura jamaicana y cuando vas por la calle no sabes ni en qué país estás», explica Ariza. El año paso participó en otra producción del grupo británico actuando con 15 personas con discapacidad y con otros profesionales de las artes escénicas.
«El proyecto de esta año es bastante relevante porque habla de a quién pertenece la calle», afirma. Ariza hizo este viernes hizo una escapada a la capital burebana para ofrecer a sus paisanos un preestreno de la  obra Camila y Costa: 600 motivos, el nuevo proyecto de su propia compañía, Entre Escombros, que será estrenado el 20 de septiembre en el Festival EnClave de Calle, de Burgos. «Es el primer espectáculo de mi compañía diseñado especialmente para la calle; está a caballo entre los  payasos no clásicos y los personajes excéntricos y tiene una dirección de Aitor Basauri, que es fundador de una de las compañías más potentes en comedia del Reino Unido y que ha trabajado con el Circo del Sol; es la producción más fuerte que hemos hecho desde Teatro Entre Escombros», subraya.
El briviescano fundó compañía propia en 2010, en plena crisis económica, junto con la actriz británica Amy Gwilliam. Cuatro años después, la situación no es fácil. «Trabajo hay mucho, mucho, mucho, pero dinero poco, poco, poco», apunta, y, por otro lado, agrega que «si bien es cierto que no tenemos ningún deseo de parar, sí que es cierto que la situación es de catástrofe humanitaria; muchos de los artistas estamos viviendo por debajo de los índices de la pobreza con unas condiciones laborales ridículas y lo que es peor es que a ningún político parece interesarle mucho la cultura que tiene que llegar al pueblo para que evolucione». Ariza acaba de llegar de Palestina, donde ha estado con la ONG Payasos Sin Fronteras haciendo espectáculos en escuelas, en campamentos de refugiados y en poblaciones beduinas que están en medio del desierto sin esperanza de tener un espacio digno donde vivir. Éste ha sido su segundo viaje a la zona, el primero lo hizo hace diez años y ha vuelto de nuevo impactado. «Lo más triste de todo es que ahora ha salido a la luz que ha habido cientos de muertos y que está habiendo una guerra injusta y sanguinaria pero lo peor es que eso se lleva haciendo desde hace 65 años», señala.
Su breve estancia en Briviesca le ha servido para recargar las pilas con familia y amigos. Ariza es muy consciente de que sus principios interpretativos arrancaron en la capital burebana con tan solo  8 años junto al actor burgalés Javier Rey, que durante dos décadas dirigió la Escuela Municipal de Teatro de Briviesca. También guarda muy gratos recuerdos de la Escuela Municipal de Música. «Entre viaje y viaje, siempre acabo pasando por Briviesca y tomándome una caña en el Osaka», concluye.