La empresa que gestiona el geriátrico solicita el concurso de acreedores

B. Antón / Salas
-

Las trabajadoras, que acumulan impagos por 15.000 euros, llevan sin cobrar desde enero. Dos empleadas ya han rescindido su contrato

Nox Gestion, la empresa que gestiona el geriátrico San José de Salas de los Infantes, ha presentado hace unos días en el Juzgado de lo Mercantil la solicitud del concurso de acreedores, después de que el 25 de febrero requiriera el pre concurso. Ahora, en un plazo razonable, el juez correspondiente dictará un auto y nombrará a una administrador concursal, que durante los próximos meses realizará un informe de la realidad económica de la empresa.

La situación es desesperante para las más de veinte empleadas que trabajan en esta residencia de mayores, que acuden cada día a trabajar sin cobrar. La empresa les debe una media de 13.000 euros, llegando en algunos casos a los 15.000, y la última nómina que cobraron fue la de enero. «Seguimos trabajando porque tenemos la esperanza de que esto se solucione, de que alguna empresa compre la residencia; y también por los abuelos, por no dejarlos desatendidos», explica una de las trabajadoras, que añade además la dificultad de encontrar otro trabajo en la comarca de Pinares, por lo que se aferran a estos puestos con la ilusión de que la situación se arregle.

Dos de las trabajadoras, que denunciaron a través de CCOO ya han rescindido su contrato de trabajo con Nox Gestión, y una quincena también ha denunciado a través del mismo sindicato y están a la espera de la celebración del juicio, previsto para mediados de este mes. «La empresa debe, más o menos, un año de trabajo a cada empleada. Seguramente se queden sin cobrar una parte de ello y terminen recibiendo solo lo que marca la ley, es decir, cobrar a través de Fogasa cuatro meses de salario más una indemnización de 30 días por año trabajado, lo que supone unos 11.000 euros en el caso de las empleadas contratadas desde el 2006», señalan desde CCOO.

Fuentes del sindicato explican que ellos aconsejaron a las trabajadoras rescindir los contratos hace tiempo. «Están aguantando y aguantando porque tienen esperanza de que la situación se solucione, pero solo reciben mentiras y engaños por parte de la empresa que lo gestiona.  

Con el paso del tiempo, lo único que sucede es que la deuda de la empresa con ellas se va haciendo más grande. Han pecado de exceso de confianza con la familia que gestiona el centro», señalan desde CCOO, donde añaden que lo único que queda a las empleadas es demandar.