EL ESTILO BRITÁNICO CORONA EL CERTAMEN inTERNACIONAL

Roberto Rodríguez
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El 'GARDEN FIREWORKS' Y EL 'DISPLAY' FUERON LAS DOS TENDENCIAS MÁS CARACTERÍSTICAS ALTERNANDO EN UNA SESIÓN DE LUJO COLORISTA, BRILLANTE Y PRECIOSISTA

EL ESTILO BRITÁNICO CORONA EL CERTAMEN inTERNACIONAL - Foto: Alberto Rodrigo

A unque en menor medida los fuegos artificiales en Inglaterra se disparan por algún acontecimiento local o privado, en mayor medida conmemoran festividades más generales como Navidad o Año nuevo.

Pero como no podía ser de otra manera en este pueblo anglosajón, por lo que realmente destaca la tradición pirotécnica británica es por su simbiosis con la tradición monárquica.

Por un lado, en Reino Unido se celebra cada 5 de noviembre desde 1605 una histórica conspiración real que resultó fallida, disparándose fuegos de artificio más aleatoriamente por profesionales y aficionados, sobre todo desde parques y jardines de la práctica totalidad de ciudades inglesas.

Por otro lado, se celebran solemnemente ‘fastos’ pirotécnicos en honor de la monarquía correspondiente, siguiendo una estética, academicismo y buen gusto más asociado a Windsor, Buckingham y Sant James e influenciado por Versalles. Así, coronaciones, enlaces y aniversarios reales son a su vez coronados en el cielo por fuegos artificiales, mientras el pueblo británico exclama con banderines ¡God Save the King! y ante la atenta mirada de ‘Ladies and Lords’. La tradición es patente: desde la época barroca del siglo XVIII con Música para los reales fuegos de artificio, de Handel, o Zadok the Priest, del mismo compositor, hasta la celebración del 60 cumpleaños de la Reina Madre Isabel II en el año 2012 en los jardines del Palacio de Buckingham.

Con este panorama, los pirotécnicos ingleses lo mismo preparan un ‘Garden Fireworks’ (algo así como disparar un jardín de flores de fuego con mayor o menor aleatoriedad) como preparan un ‘Display’ (algo así como disparar un sesión mucho mas elaborada en composición coreográfica en el espacio, cuidadosa en lo decorativo, fastuosa y ceremonial).

Incluso a veces se echa mano de las dos tendencias, como en la sesión de ayer, dando como resultado un espectáculo anglosajón distinto al presentado por italianos o valencianos del Mediterráneo, donde se iban sucediendo las fases sin arrebatos, cambiando colores de un lujo colorista a base de lentejuela e intermitencias constantes, destacando un preciosismo decorativo y fastuoso que fue creciendo en el final para acabar con Kamuro dorado en segunda altura mezclado con numerosas descargas de trueno en una primera altura y creciendo en intensidad.

Con este espectáculo anglosajón y con los aplausos de burgalesas y burgaleses como ‘Ladies and Lords’, se coronó finalmente el IX certamen internacional como en los jardines y palacios reales británicos en sus días más solemnes.