La capital burgalesa arranca un calendario de 72 horas de procesiones en la que es su primera edición como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Por las calles de la ciudad desfilarán las dieciséis cofradías encargadas de trasladar el fervor con algunos de los pasos más antiguos de la Comunidad, y que cada año atraen la mirada de turistas de distintos rincones del mundo.

Hoy, Jueves Santo, tendrá lugar una de las procesiones que con mayor fervor acogen los burgaleses y los visitantes: la procesión del Encuentro en la que, como su propio nombre indica, se produce el encuentro a los pies de la catedral de las imágenes de Jesús con la Cruz a Cuestas y Nuestra Señora de los Dolores. Es una de las imágenes más esperadas por cofrades y feligreses que se apostan a los pies de la seo cuando cae el sol para no perderse detalle del emotivo encuentro.

Por su parte, mañana, Viernes Santo, tendrá lugar uno de los momentos más emocionantes de la Semana Santa burgalesa, con la procesión del Santo Entierro y el traslado a hombros del Cristo Yacente desde el interior de la catedral hasta el sepulcro, ante la atenta mirada de las miles de personas que cada año abarrotan la plaza de Santa María.

Una de las novedades de esta edición es la recuperación del acto del Descendimiento, que tendrá lugar a medio día del Viernes Santo, recuperando una de las tradiciones más arraigadas en la capital en los últimos siglos. Para ello, se ha elaborado una copia del Cristo de Burgos, que ha supuesto una inversión para el Cabildo catedralicio de 49.175 euros. Los trabajos llevaron consigo un estudio del Cristo original, analizando sus materiales y técnicas de construcción. Para llevar a cabo la réplica se alternaron nuevas tecnologías –escaneado de imagen y radiografías, entre otras- y técnicas tradicionales como la talla en madera de las diferentes partes del cuerpo por separado: cabeza, torso, brazos y piernas.

Un día después, el Sábado Santo la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, muy conocida ya que fue pionera en el indulto de presos en 1945, acompañará en su peregrinar a un preso en libertad junto a los capuchones y a la Virgen de La Soledad.

Cuadros vivientes en la provincia. Las representaciones y cuadros vivientes marcarán la jornada del Jueves y Viernes Santo en la provincia de Burgos, gracias a un amplio abanico de pasiones vivientes que se desarrollarán en las localidades de Lerma, Molina de Ubiernam Villalbilla, Arauzo de Miel y Covarrubias.

La localidad burgalesa de Lerma acogerá esta noche la 28 edición de la Pasión Viviente en la que participan 250 vecinos de la villa ducal, encargados de representar los últimos momentos de la vida de Jesucristo. Lo mismo harán los vecinos de Molina de Ubierna, situada a 25 kilómetros de la capital, que mañana viernes participarán de tradicional Vía Crucis viviente que llevan escenificando los propios vecinos del pueblo desde el año 1979.

Por su parte, la villa rachela de Covarrubias acogerá mañana por la noche una nueva edición de la procesión del Santo Entierro en la que se prevé participen más de 130 actores, la mayor parte vecinos de la localidad. Los visitantes podrán contemplar una Pasión Viviente desarrollada en once escenas con menciones a la ‘La última cena’, ‘El huerto de los Olivos’, ‘el juego burlón de los soldados con Cristo y la coronación de espinas’, para finalizar con la Crucifixión de Cristo.