Fue un exponente claro de cómo la actitud positiva es beneficiosa para todo en la vida. El psicólogo, pedagogo y escritor Bernabé Tierno falleció en la madrugada de ayer en Madrid a los 75 años como consecuencia de un cáncer óseo. La capilla ardiente con sus restos mortales se instaló en el Tanatorio de Alcobendas-La Paz. Natural de Alberca de la Záncara (Cuenca) y con más de 60 libros escritos sobre psicología y autoayuda, era colaborador habitual en distintos medios de comunicación, lo que le convirtió en uno de los referentes de la psicología en España. 

Publicó numerosos volúmenes como Aprender a estudiar, Del fracaso al éxito escolar, Máster en educación o Las mejores técnicas de estudio. Fiel a sus artículos en varias publicaciones, entre ellas la revista Osaca y las páginas de salud de los diarios del Grupo Promecal, además de mantener consultorios en la prensa y en internet, entre los más destacados el diario YA  y magacines como Mía, Salud, Estar viva, o el matutino programa radiofónico de Hoy por hoy de la cadena SER y el espacio televisivo Por la mañana, en TVE.

Es medalla de honor del 50 aniversario de Unicef (Madrid 11 de noviembre de 1996) y Premio Paz del Mundo como impulsor de los Valores Humanos, en Andalucía (Málaga 1 de marzo de 1997).

El manchego se especializó en Psicopedagogía, tras licenciarse en Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad de Salamanca. Se dedicó a investigar diferentes formas de mejorar el rendimiento escolar, y desarrolló métodos modernos que buscan la conjunción de los padres, los maestros y los alumnos. Publicó su primera obra, El fracaso escolar, en 1984, con una gran repercusión en todo el país. 

 

Lágrimas por doquier. Uno de sus grandes lemas en los que transmitía el positivismo fue: «Ser feliz refuerza el sistema inmunitario», que proclamó a los cuatro vientos cuando se enfrentaba a una dura experiencia como su agresiva enfermedad. El equipo de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria lamentó profundamente en un comunicado la muerte de Bernabé Tierno, que entre el 20 y el 23 de julio iba a dirigir el curso  Amor y sexualidad en plenitud.

Por su parte, el psicólogo Javier Urra, amigo personal del fallecido, explicó que la enfermedad «se cebó con él, pero siempre tenía energía positiva. Le habían amputado una pierna y tuvo una metástasis en el pulmón».

Urra señaló que «luchó hasta el final, siguiendo los criterios de los libros que publicó», y recordó que recientemente coincidió con él en un programa de la cadena pública, al que había acudido con una silla de ruedas, sin una pierna y con una gorra, porque se le había caído el pelo. Destacó que tenía un público fiel, hablaba siempre de valores, como el deporte, la familia y la vida sana, y defendía una psicología positiva y útil, fundada en el convencimiento de que «se puede afrontar todo, pero no se puede vencer todo».

«Cuando se mueren los buenos amigos te das cuentas de que empiezas a morir porque son una parte de tu vida», concluyó Urra.