Marina Peña ha iniciado la nueva temporada con renovadas ilusiones y retos más ambiciosos. La marchadora campeona de España en la categoría trabaja para ampliar la distancia a 20 kilómetros y hacer un buen papel en el Campeonato de Europa de 2019.

Tras proclamarse campeona de España en la categoría sub-23 -cuarta absoluta- en los 5 km marcha fue seleccionada para competir en el Campeonato del Mundo, que se disputó en Finlandia. No tuvo su mejor día en tierras nórdicas. Ha tenido unos meses para recuperarse de la decepción y reanudar los entrenamientos en una disciplina tan técnica y tan dura como la marcha atlética.

La burgalesa sigue entrenando en la residencia Blume de Madrid, compaginando estudios con deporte, pero ha cambiado de club. Este año ha fichado con el Pamplona Atletismo.

El pasado fin de semana se probó en la Espada Toledana, donde logró muy buenas sensaciones. «Fue mi primera carrera de la temporada y me encontré bien», explica la marchadora que se hizo con la victoria. Este triunfo le da el ánimo y le estimula lo suficiente para incrementar la dureza de los entrenamientos. De cara a 2019 se ha marcado dos objetivos muy exigentes. «Lo primero que tengo en mente es el Campeonato de España, que se disputará en febrero», afirma. Marina Peña tendrá el reto de revalidar su título de campeona de España y, al mismo tiempo, subir al podio absoluto. Disputado el Nacional se preparará para el Campeonato de Europa sub-23. «Quiero hacer un buen papel», alega la marchadora burgalesa, sabiendo que la distancia será de 20 kilómetros.