ADIF inicia el arreglo de las deficiencias en la vía hacia Miranda

H. J. / Burgos
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Ha actuado en tramos de Quintanapalla y Briviesca que tenían problemas desde 2010

Paso de un tren por las inmediaciones de los túneles de La Brújula, uno de los puntos de la vieja Línea Imperial que todavía seguirá pendiente de mejoras. - Foto: Ángel Ayala

Las limitaciones de velocidad que salpican la vía del tren entre Burgos y Miranda de Ebro empiezan a paliarse con actuaciones de mejora en los puntos dañados. Aunque aún quedan varios tramos con restricciones, que penalizan los tiempos de viaje en la conexión ferroviaria hacia el norte, en las últimas semanas el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha actuado en la sustitución de desvíos en las inmediaciones de Quintanapalla y Briviesca. El cambio ha permitido incorporar nuevos desvíos más modernos, de un tipo más avanzado tecnológicamente, que según apunta el ADIF permite mayores velocidades.

En concreto, se han eliminado varias limitaciones que afectaban a estos puntos y a partir de ahora «los trenes podrán circular por estos puntos a una velocidad de entre 130 y 150 kilómetros por hora dependiendo del tipo de tren». Para hacer la operación no ha sido necesaria ninguna modificación en las instalaciones de seguridad de las estaciones y tampoco han afectado al tráfico ferroviario.

Con las mejoras en Quintanapalla y Briviesca es de esperar que se supriman dos de los puntos con precauciones especiales que desde hace meses, o incluso años, mantenía «la Imperial», como se conoce a la vieja línea ferroviaria estrenada en 1862, en su trayecto entre Burgos y Miranda.

El verano pasado este periódico reveló la existencia de hasta 10 puntos con deficiencias. Dos de ellas tenían como causa el mal estado de la vía, una estaba motivada por el muro de un paso superior de la autopista AP-1 y la gran mayoría, las siete restantes, estaban provocadas por el mal estado de los desvíos, lo que comúnmente se conoce como «agujas» y que ahora se han empezado a arreglar.

En concreto, los desvíos en los que ahora se ha trabajado llevaban con precauciones desde agosto de 2010 y abril de 2013, respectivamente, y en ambos casos las instrucciones internas de ADIF advertían a los maquinistas de la conveniencia de circular a 30 kilómetros por hora.

El resto de precauciones que jalonan la línea continuarán previsiblemente durante los próximos meses, hasta que las obras de reparación correspondientes en cada caso vayan arreglándolas (algunas deficiencias datan incluso de 2008). Es habitual que en el listado de limitaciones para la circulación aparezcan y desaparezcan distintos puntos, y su existencia no implica necesariamente un riesgo para la circulación, pero acaban penalizando los tiempos de viaje.

En la línea hacia Miranda uno de los considerados como puntos negros son los túneles de La Brújula, que fueron señalados por sus «graves problemas estructurales» en documentos internos de ADIF elaborados en abril del año pasado y que recomendaban su renovación. Sin embargo, y al menos que se sepa públicamente, el Ministerio de Fomento no tiene planes para ellos a corto plazo, a la espera de definir la solución a la alta velocidad entre Burgos y el País Vasco.