En camello por el puente

R.L. / Miranda
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Un belén artesanal de 16 metros cuadrados recrea con todo detalle la imagen de la ciudad hace siglos con los Reyes Magos en el Carlos III «cuando no existían todavía ni los leones» • La obra se puede visitar en la Casa de Cultura

Los autores de la obra han pasado un año documentándose y decorando artesanalmente cada pieza para lograr una sensación de realismo que impacta. - Foto: R.L.

La Asociación Belenista Mirandesa se propone cada año el difícil reto de superarse, y a fuerza de meter horas, siempre lo consigue. Sus creaciones, elaboradas al detalle de forma artesanal, dejan con la boca abierta a un público fiel que no falta nunca a su cita con la muestra que hasta el día 6 puede visitarse en la Casa de Cultura.

El colectivo suele aprovechar la exposición para hacer un guiño a Miranda y su comarca, preparando dioramas de edificios emblemáticos. Si hace un año consiguieron calcar el antiguo edificio de la estación de ferrocarril, esta vez sorprenden con una maqueta de 16 metros cuadrados en la que se reproducen la imagen de la orillas del Ebro varios siglos atrás, y en la que los Reyes Magos son los protagonistas, atravesando un puente de Carlos III «en el que todavía no existían ni los leones», señala María Ángeles Puras, presidenta del colectivo, quien admite que las tres personas que se han dedicado en cuerpo y alma a elaborar esta maqueta «se han tenido que documentar mucho» para recrear de forma fiel cómo eran hace muchos años los edificios, algunos de los cuales ya han desaparecido, como por ejemplo las galerías de Allende, con entrada por la calle Bilbao, o la antigua iglesia del Espíritu Santo.

El conjunto impresiona al espectador por la multitud de detalles y por el esfuerzo de sus creadores en lograr la escena cobre vida. Los artistas quisieron que en esta recreación también tuviera hueco el Castillo de Miranda. Lo prepararon, pero el problema ha sido que, por falta de espacio, lo han tenido que dejar fuera. Se exhibe, no obstante, en otra zona de la exposición que se completa con otros bellos dioramas realizados por los socios.

Los Reyes Magos avanzando con sus camellos por el puente sobre el Ebro es, sin lugar a dudas, la escena que más gusta a todas las visitas que está recibiendo la exposición, también la de los colegios que antes de la vacaciones han llevado a sus alumnos a la muestra de belenes. Pero hay mucho más. Al igual que el año pasado, los belenistas han dedicado todo un año de trabajo a elaborar un belén de tamaño XL (19 metros de largo por 2 de ancho) basado en un paisaje tradicional de la zona y en el que no faltan casa de campo, cuadras, casas de labriegos y, por supuesto, la anunciación de los pastores, el misterio y el castillo de Herodes. «Esto es como los fallistas, que en cuanto se quema el último ninot, ya piensas en el año siguiente, en coger ideas e ir pensando cómo lo vas a hacer», cuenta la presidenta, que también se ha puesto manos a la obra para preparar la muestra.

Dirigidos por José Salazar, que es el «alma mater del grupo», el que diseña y monta las creaciones, se reparten el trabajo. «Siempre hay alguien que te echa una mano si no te sale algo, y eso te motiva a seguir adelante», sostiene Puras, quien reconoce que le cuesta especialmente pintar porque «a los edificios hay que darles realismo y hay que coger los matices». Hasta cuatro personas se han dedicado durante meses a preparar una sola casa. La recompensa son las visitas del público, que estos días no cesan. Quien se acerque podrá comprar por 1,5 euros un calendario y entrar en el sorteo de un belén realizado por ellos.