El repunte comercial de la madera  ha permitido este año acometer el clareo del monte de San Juan, del que se han extraído cerca de 800 toneladas gracias a la tala controlada de más de dos mil pinos de la zona conocida como Campo Verde, un paraje al que se accede por una ruta próxima a la ermita.

La actuación ha comprendido  una superficie de catorce hectáreas y se ha prolongado durante varios meses ya que la climatología ha obligado a parar los trabajos en varias ocasiones para evitar daños en las pistas. De hecho, aún quedan más de seiscientos estéreos apilados a la espera de poder ser evacuados del monte en los próximos días.

La tala de pinos, en su inmensa mayoría pertenecientes a la especie silvestre y en menor porcentaje a la radiata (una variedad menos apta para el terreno de la zona), era necesaria desde hace más de una década, ya que por encima del beneficio económico que su venta puede proporcionar, lo que se pretende es fortalecer el resto de masa arbórea.  

El pliego municipal fijaba un precio aproximado de 9,95 euros por cada estéreo (un metro cúbico de madera), pero la crisis que ha atravesado el mercado maderero en los últimos tiempos ha retrasado la intervención más de lo previsto ante la falta de empresas interesadas.  

Por este motivo los árboles talados ahora no han ofrecido la máxima rentabilidad ya que su crecimiento ha sido inferior debido a la densidad de vegetación, por lo que los trabajos realizados ayudarán a que el resto de unidades adquieran en los próximos años el porte y grosor normal.

Además, este tipo de  trabajos contribuyen al saneamiento de las especies ya que reduce el riesgo de propagación de plagas.

Más talas

El pasado ejercicio ya se realizó una primera actuación pero la  tarea de clareado se ha intensificado este año. Posiblemente no será la última ya que los agentes medioambientales de la Junta, encargados de controlar  que los trabajos se realizan de acuerdo a las condiciones pactadas, ya han marcado otra zona que requiere una tala inmediata. Es una superficie cercana a la pista principal en dirección a Herrera sobre la que se tiene intención de intervenir durante el 2015.

Una vez más serán los pinos los que centren la tala ya que es la variedad más abundante en el monte, que también cuenta con una población numerosa de robles y encinas, maderas que por el momento no están incluidas en el aprovechamiento forestal.