CCOO acusa a la Avícola de fraude al reabrir el matadero

P.C.P.
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Cobur, que echó a toda la plantilla de este centro, reconoce que está «valorando opciones de alquilar», no de volver a explotar la instalación, y se desvincula del proceso de selección de 30 personas por una ETT

Menos de seis meses después de firmar un ERE para despedir a 20 trabajadores y cerrar el matadero de pollos de la Cooperativa Avícola de Burgos (Cobur), las instalaciones reabrirán alquiladas a un tercero. Al menos esa es la opción que está «valorando» la empresa, que en ningún caso «volverá a explotarlo directamente», según confirman fuentes de la dirección a este periódico. Sea cual sea la fórmula elegida, Comisiones Obreras considera que se trataría de una maniobra fraudulenta, orquestada para deshacerse de trabajadores con  antigüedad y unos derechos adquiridos y sustituirlos por otros con sueldos más bajos y así lo ha denunciado ante la Inspección de Trabajo.

Cobur se desvincula del proceso de selección de personal que actualmente tiene en marcha Randstad para contratar a 30 operarios. Según alguno de los implicados en  el mismo, las pruebas de selección se realizarán el lunes, 29 de octubre, con la previsión de comenzar la actividad del 2 de noviembre. Sin embargo, desde la empresa sostienen que no han tomado «ninguna decisión», pero que se trataría de una operación «a medio o largo plazo», sin precisar más.

El responsable del área de Industria Alimentaria de CCOO, Marco Antonio Pérez, reseña la coincidencia de números y fechas. 30 son los operarios que trabajaban en el matadero cuando Cobur anunció elERE extintivo -finalmente fueron 20 los despidos y varias recolocaciones- y el próximo mes expira el acuerdo de 6 meses firmado con el Grupo Uvesa para sacrificar los animales en sus instalaciones de Cuéllar (Segovia).

Ese desplazamiento de la actividad productiva se produjo precisamente con motivo del inicio de la huelga de la plantilla del matadero en respuesta al expediente de regulación de empleo. Ya entonces, CCOO expresó su temor de que en los planes de la Avícola estuviera reabrir el matadero y la sala de despiece en unos meses, bien con trabajadores con salarios más bajos, bien con una sociedad interpuesta o bajo la fórmula de una falsa cooperativa, lo que además supondría «un fraude a la seguridad social», apunta Pérez. «Durante la negociación del ERE ya dijimos que iba a pasar.Era un secreto a voces», recuerda.

Comisiones Obreras, que tiene los 5 representantes de Cobur, ha tratado sin éxito desde hace más de una semana de obtener explicaciones acerca de los planes de la dirección, por lo que considera que también se están vulnerando los derechos sindicales de información y consulta y obviado a sus delegados, del mismo modo que ocurrió en mayo. Ya entonces, lamenta  el responsable de Industria Alimentaria de CCOO, la Inspección de Trabajo decidió resolver sus denuncias sin imponer sanción alguna a la empresa. En este caso, el escrito firmado por el secretario provincial del sindicato, ÁngelCitores, también exige que se imponga una sanción a Cobur por la sustitución de trabajadores mediante un proceso que no permite la legislación, una vez que compruebe los hechos denunciados.

Al final del ERE se pactó una indemnización de 33 días por 24 mensualidades para cada uno de los 20 despedidos. Según uno de los afectados, hasta ahora solo han cobrado los 20 días que marca la ley, mientras que la mejora no les llegará hasta enero. Además, la empresa firmó una cláusula por la que en caso de que Cobur decidiera reabrir el matadero de aves, los despedidos tendrían preferencia en la reincorporación y serían informados por carta. A día de ayer no habían recibido ninguna comunicación oficial al respecto.

Se calcula que la Avícola ha tenido que asumir 1,3 millones en indemnizaciones.Aunque no apoyó el expediente en causas económicas, durante las negociaciones sí aseguró que el cierre obedecía a  la imposibilidad de soportar unas pérdidas, que cifró en 3 millones de euros durante los últimos 4 años. Marco Antonio Pérez niega esas deudas tras haber visto «los números y las cuentas» de Cobur y asegura que se trata de un negocio viable, como demuestra el hecho de que estén abriendo tiendas por la ciudad y ahora recuperen la actividad del matadero de pollos, aunque sea por vía indirecta. «No hay empresa que haya sido más desleal con Burgos que esta», se queja.

Además, Pérez apunta que se ha visto actividad de limpieza en una nave anexa a las instalaciones de la Cooperativa Avícola, que podría haber sido adquirida para este negocio. Por contra, en los 6 meses que ha permanecido cerrado el matadero no se ha realizado «ninguna obra ni inversión en mecanización que pudiera justificar la eliminación o reducción de puestos de trabajo», concluye.