Adictos al mejor bronceado

AGENCIAS
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Los expertos advierten de que la tanorexia es un trastorno psiquiátrico que puede llegar a ser tan peligroso como la anorexia o la dependencia a algunas sustancias estupefacientes

 
Las chicas de la tribu urbana japonesa Ganguro, que significa caras negras, pasean por el barrio de Shibuya de Tokio luciendo una piel excesivamente oscura para su condición racial. Para obtener ese tono tropical toman el sol constantemente o frecuentan cabinas de rayos UVA y, algunas de ellas, incluso, usan un spray marrón. Y es que, aunque cada vez son más los que se broncean con precaución, los expertos alertan de que, en los últimos años, ha habido un aumento alarmante en el número de personas obsesionadas por mostrar una tonalidad corporal exuberante, como les ocurre a las Ganguro. 
Es lo que se conoce como tanorexia, un trastorno psiquiátrico que puede llegar a ser igual de peligroso que la anorexia o la adicción a algunas drogas, tal y como explica el director del Instituto Valenciano de Neuroadicciones y Patología Dual y de la Unidad de Desintoxicación del Hospital Nisa Aguas Vivas, el doctor Augusto Zafra. 
Para este experto, esta disfunción es similar a la que experimentan los individuos que sienten la constante necesidad de perder peso, porque «nunca se llega a la plena satisfacción de la delgadez», o a la que sufren los enfermos de vigorexia, que «jamás alcanzan una definición muscular adecuada». 
Tomar el sol estimula la secreción de endorfinas, lo que a la larga puede generar una situación de dependencia, abstinencia y tolerancia similar a la que se registra en las adicciones químicas, como el alcoholismo o el consumo de cocaína, o en las comportamentales, como la ludopatía o la necesidad de comprar convulsivamente. 
La tanorexia suele afectar a mujeres de entre 15 y 35 años, especialmente a personas con «tendencia a la baja autoestima, una escasa autoaceptación de sí mismas y una búsqueda persistente de la aprobación de quienes las rodean, desde una interiorización errónea de los modelos imperantes en occidente que atribuyen a la delgadez, la simetría corporal y el bronceado de la piel unos elevados valores de éxito personal, estatus social y poder económico que no se corresponden con la cotidianidad», señala Zafra. 
 
PROBLEMAS DE SALUD. Este trastorno está considerado un tipo de dismorfofobia en la que el individuo tiene una percepción distorsionada de su tono cutáneo, lo que deriva en la búsqueda del bronceado perfecto. Esto no solo causa problemas psicológicos, sino que tomar el sol en exceso también afecta a la salud, especialmente a la de la piel, favoreciendo el envejecimiento precoz y la aparición de melanomas y cáncer. 
Así, para tratar a un paciente diagnosticado de tanorexia se requiere un abordaje terapéutico multidisciplinar, que incluya una piscoterapia reglada y un apoyo psicofarmacológico, ya que esta enfermedad suele ir acompañada por síntomas de ansiedad, depresión y trastorno obsesivo compulsivo (TOC). De este modo, desde la psicología, los profesionales restringen los comportamientos de exposición, mejoran la distorsión de la percepción corpórea y cuestionan la importancia del aspecto físico en la valoración personal. 
Algunos de los síntomas más importantes de esta disfunción son la consideración de la diferente tonalidad de la piel respecto a otras personas como un fracaso personal, la autoimposición de oscurecer ese color durante mucho tiempo (llegando a dejar de lado otras actividades cotidianas), o el convencimiento inamovible de que se tiene una tez pálida cuando en realidad es muy bronceada. 
Por otra parte, los tanorexicos, además de padecer complicaciones derivadas de la excesiva exposición solar -como lunares sospechosos, carcinomas o melanomas-, también pueden sufrir pérdida de apetito, apatía o ansiedad ante una exposición insuficiente al astro rey, una presencia ocasional de un cuadro depresivo mayor, fobia social y laboral y trastorno obsesivo-compulsivo, y una firme oposición a la evaluación psicológica o psiquiátrica. 
 
ALGO PASADO DE MODA. Según un estudio realizado por Garnier Delial y la Asociación de Ligas Europeas contra el Cáncer, dos tercios de los habitantes de España creen que el moreno excesivo está pasado de moda, justo al contrario de lo que las Ganguro consideran lo más cool. 
A pesar de todo, el 31 por ciento de los españoles reconoce que toma el sol entre las 12,00 horas del mediodía y las 17,00 horas de la tarde, la franja horaria de mayor insolación. Aún así, existen otros países más imprudentes. Este es el caso de Alemania, cuyos ciudadanos son los que más se exponen en la franja horaria mencionada; Noruega, donde solo el 61 por ciento de la población usa protección solar, o Gran Bretaña, que cuenta con cerca de tres millones de personas que visitan frecuentemente los salones de rayos UVA.