San Millán de Lara: A la sombra del Mencilla

B. Antón / San Millán de Lara
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Entre los futuros proyectos municipales se encuentran la reforma de las cubiertas de la casa del médico y de la casa del secretario

Aurelio Andrés Blanco.| Alcalde Está a punto de concluir la que es su tercera legislatura al frente de la Corporación municipal con numerosas las actuaciones realizadas y proyectos en cartera para el próximo ejercicio.

Arrullada por las aguas del San Millán y del San Martín, que nacen más arriba y van en busca del Arlanza, se encuentra San Millán de Lara, una bella localidad protegida por el Mencilla, sierra adentro, alejada. Caminar por ella y levantar la vista es toparse con chimeneas cónicas, con casas de piedra, con paisajes nevados o con vestigios de la historia del municipio.

Entre esos monumentos que están íntimamente ligados con San Millán y su historia se encuentra su iglesia, cuyo origen se haya en una cueva escarbada en la piedra donde vivió un ermitaño, San Millán, y que en la actualidad está situada en el ángulo noreste del templo. En torno a este hueco, que se cree es anterior a finales del siglo IX, se fue desarrollando una evolución constructiva, que llegó hasta la construcción de un monasterio románico por orden del conde Fernán González. Este monasterio benedictino está documentado desde 1059. Dependió en primer lugar de la abadía de Santo Domingo de Silos y, a partir de 1157, por privilegio concedido por Sancho III de Castilla, pasó a ser condominio entre Silos y la Catedral de Burgos.

Del antiguo conjunto monástico apenas queda nada de su estructura original de corte románico, pero permanece la iglesia del desaparecido monasterio. De construcción románica, aunque con posteriores aderezos, está dividida en tres naves, planta basilical, tres ábsides, una torre pegada al muro norte y dos portadas. Se observa a la perfección cómo las portadas, los ábsides y la torre son de marcado corte románico.

Del paisaje urbano de San Millán de Lara también destaca su rollo de justicia, en buen estado de conservación y del siglo XVIII. Consta de triple escalón cuadrado, plinto y fuste de tres tambores. En el capitel aparecen restos de los cuatro canes que tuvo en el pasado. Está coronado por un cuerpo apiramidado y rematado en bola con rehundimientos en sus lados.

La vida cultural de la localidad gira en torno a la Asociación San Claudio, que toma el nombre de un hijo del pueblo que fue beatificado por el papa Juan Pablo II en el año 1999. «Es una personalidad importante. En la iglesia tenemos una imagen de él tallada en madera de olmo por el artista Umberto Abad y a finales de julio se celebra la fiesta de San Claudio, con misa en su honor y con danzas, juegos y verbena durante el día», explica Aurelio Andrés Blanco, alcalde de San Millán de Lara.

Esta asociación también es la que se encarga de organizar la fiesta de matanza sobre el 12 de noviembre, festividad de San Millán. Durante el fin de semana más próximo a ese día se degustan las delicias del cerdo y se cantan las tradicionales dianas floreadas.

Entre los proyectos más inmediatos que tiene el Ayuntamiento, tal y como señala el alcalde, es el de reparar los tejados de dos edificios de propiedad municipal. «Tenemos una subvención de la Junta de Castilla y León y de la Diputación de 17.000 euros con la que pretendemos arreglar la cubierta, la fachada y las ventanas de la casa del médico. Más adelante también queremos arreglar el tejado de la casa del secretario», señala Aurelio Andrés.

Algunas de las actuaciones que el Ayuntamiento ha realizado en los últimos años han sido la traída del agua, arreglar el exterior y el interior de la Casa Consistorial, mejorar el garaje del Ayuntamiento, que es almacén municipal, y bachear la carretera que une San Millán con Rupelo. «Invertimos 8.200 euros para bachear algo más de tres kilómetros en el 2013, pero ya está de nuevo lleno de baches», afirma el alcalde, que entre sus demandas está la llegada de Internet y de una mejor cobertura de telefonía móvil a su municipio y que anhela poder acabar la concentración parcelaria.

San Millán cuenta además con un barrio, Iglesiapinta, del que se encuentra distanciado por poco más de dos kilómetros. Celebra sus fiestas en torno al 29 de septiembre, día de San Miguel, su patrón, con misa, procesión, dulzaineros y verbena. Además, ambos barrios, San Millán e Iglesiapinta, siguen celebrando la romería de la Virgen de la Cuesta, entre el 20 y el 25 de septiembre. Los vecinos de ambos lugares acuden en procesión desde San Millán hasta la ermita, donde se dice una misa a la que sigue un vino español animado por los dulzaineros.