En números rojos

J.B.I. (Ical)
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Un total de 17 municipios de la Comunidad llevan 18 meses seguidos sin recursos del Estado por no liquidar sus cuentas, aunque muchos están ya casi al día · Sólo tres mantienen deudas

Cartel de entrada de la localidad burgalesa de Jaramillo Quemado. - Foto: ALBERTO RODRIGO

Un total de 17 ayuntamientos de Castilla y León tienen retenidos los fondos estatales, en base a un artículo de la Ley de Economía Sostenible, por el incumplimiento de la obligación de comunicar la liquidación del presupuesto. Todos llevan 18 meses seguidos, entre los ejercicios 2012 y 2013, sin efectuar la preceptiva rendición de cuentas municipales. Viven al día, haciendo «encaje de bolillos», cuadrando cuentas, en números rojos, aunque sólo tres mantiene alguna deuda con proveedores.
 
Por provincias, encabeza la lista Segovia con cinco pueblos, le siguen Burgos, Ávila y Zamora con tres, y cierran León, Palencia y Soria con uno. De momento, Zamora y Valladolid no figuran, aunque meses atrás sí lo hicieron durante varios meses seguidos. Todos los municipios afectados manifestaron dificultades que tienen en su funcionamiento presupuestario y la forma de afrontar el gasto salvo tres: Serón de Nágima (Soria), Pajarejos (Segovia) y Villabrázaro (Zamora). En el primer caso, se está pendiente de que una una gestora rija los designios del Ayuntamiento y en los otros dos sus alcaldes no pudieron ser localizados.
 
Del total de 17 municipios que no rinden sus cuentas sólo tres de ellos tiene alguna deuda con proveedores. Se trata de Valderas (León), Lantadilla (Palencia) y Sequera del Fresno (Segovia). El pueblo leonés y el palentino son los más poblados con 1.943 y 366 habitantes, respectivamente, y el resto oscilan entre los 250 de Fuente del Olmo de Fuentidueña (Segovia) o los tan solo 6 que residen en Jaramillo Quemado (Burgos). La mayoría de las localidades con problemas de liquidación presupuestaria cuenta con menos de un centenar de empadronados.
 
Palencia. La alcaldesa de Lantadilla (Palencia), Ana Escudero, afirma que no recibir tributos del Estado, en su caso desde noviembre de 2011, supone «un descalabro» para una localidad de 366 habitantes. Pese a ello, se hace frente como se puede a las nóminas de la propia secretaria, el alguacil y una empleada que cuida el centro de día y, aunque hay dificultades, sólo se deben algunas facturas a proveedores. «La no liquidación de los presupuestos se debe a que la secretaria de administración local adscrita al pueblo no ha cumplido con esta obligación desde hace cerca de 20 años», explica.
 
León. La regidora de Valderas, Silvia Blanco explica que no recibir los ingresos del Estado, que suponen buena parte del presupuesto de un pueblo con 1.943 habitantes, le coloca «en una situación de ahogo económico» y, de momento, hay tres meses acumulados de impagos al personal municipal, la Seguridad Social y el suministro de luz.
 
Ávila. En el caso de la provincia de Ávila, en Hoyos del Collado, su alcalde, Elidio Hernández, señala que el pueblo, de 38 habitantes censados, no debe facturas «y se trata de igualar ingresos y gastos». Las arcas municipales se nutren en buena parte vía impuestos de las explotaciones ganaderas. Respecto a la no liquidación presupuestaria, el regidor cuenta que se ha contratado a una empresa ya que al secretario no le da tiempo a rendir cuentas «al tratar de llegar a todo en varios pueblos que lleva».
 
Burgos. En Navas de Bureba, localidad de 44 habitantes censados, el alcalde, Gustavo López, asegura que en un mes las liquidaciones pendientes desde 2005 estarán al día con apoyo de la Diputación, lo que no impide que el Ayuntamiento «esté saneado al contar con ingresos por la cercanía de la central nuclear de Garoña y solo tener que pagar la nómina del secretario, ya que pequeñas obras o reparaciones las hace la gente del pueblo». En torno a los problemas para liquidar los presupuestos, el primer edil significa que «hubo años en que no había ningún secretario y el que estuvo más tiempo era mayor y no podía informatizar la contabilidad».
El municipio de Jaramillo Quemado, con seis habitantes, hace «encaje de bolillos» sin aportaciones del Estado pero, tal y como señala su alcalde, David Sebastián, hay dinero que procede del coto de caza y una finca ganadera arrendada «y los gastos e ingresos están equilibrados, sin impedir una pavimentación de calles recién terminada». 
 
Segovia. José Miguel Arribas, alcalde de Corral de Ayllón, indica que no recibir en torno a 21.000 euros pendientes de cobro de la Administración Central de dos años «no es mucho pero repercute», lo que no no impide que se esté al día en el pago de facturas. Los ingresos proceden en buen parte de una empresa a la que se tiene arrendados unos terrenos en los que se realiza una actividad de vuelo sin motor y que tiene pendientes pagos. Respecto a las liquidaciones presupuestarias pendientes el regidor apuntó que en pocos años hubo hasta cinco secretarios, «lo que ha sido un problema para poner el día la economía municipal, habiendo contratado a un contable para realizar esta tarea».
 
En otro municipio de un tamaño mayor, Fuente del Olmo de Fuentidueña, de 250 habitantes, el alcalde, Eulogio Martín, indica que el dinero estatal adeudado no impide «la solvencia económica» del Ayuntamiento e, incluso, hubo algunas pequeñas inversiones en obras públicas en 2007 y 2008. «Las licencias de obras, sobre todo de una empresa de viveros situada en terrenos municipales, junto al arriendo del coto de caza y pastos, aportan recursos al municipio», dijo, mientras el retraso en la liquidación de presupuestos lo achaca al cambio de secretario: «El nuevo ya ha presentado la documentación al Consejo de Cuentas a falta de su revisión y aprobación», concluye.
 
Zamora.  En el municipio zamorano de Entrala, con 176 habitantes, el problema surgido a raíz de la no presentación de liquidaciones de presupuesto al Consejo de Cuentas y la falta de ingresos estatales -con tres años pendientes y 45.000 euros que no llegan a las arcas municipales- se suple, como sostiene su alcalde, Fernando López, «con aportaciones de la Junta y Diputación que sirven para contratar trabajadores que realizan obras menores». «Hay inversiones al existir liquidez vía impuestos, aunque pequeñas, y se hacen arreglos como el último de la plaza», enumera. El objetivo pasa por poner las cuentas al día y se ha contratado a una empresa especializada. «Es un trabajo de chinos y más complicado de lo que parece», asegura.