Tráfico presenta 34 denuncias por deficiencias en buses escolares

G.G.U. / Burgos
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La Guardia Civil realizó controles en 65 autocares para comprobar cuestiones relativas a la seguridad, al tiempo de descanso del conductor o al uso del móvil, pero también a la documentación de los coches

Tráfico presenta 34 denuncias por deficiencias en buses escolares - Foto: LUIS LÓPEZ ARAICO¶

La Dirección General de Tráfico ha cerrado el año con una campaña específica sobre los autobuses dedicados al transporte escolar; campaña que, en la provincia de Burgos ha concluido con 65 autocares revisados y 34 denuncias formuladas, que no necesariamente se corresponden con el número de vehículos porque en algunos de ellos se detectaron varias deficiencias susceptibles de ser denunciadas. Los controles tenían como objetivo comprobar el cumplimiento de la legislación en materias como el tiempo de conducción y descanso de los chóferes; el consumo de drogas o alcohol al volante así como el uso de teléfonos móviles, y ya en relación con los vehículos, cuestiones técnicas y de seguridad como el uso de los cinturones o que la documentación existente se ajustaba a los usos que se le están dando al coche. En cualquier caso, las denuncias presentadas suponen un 52,3% de los controles efectuados.
La campaña se llevó a cabo en la última semana de noviembre sobre 65 vehículos de los que operan en alguna de las 272 rutas de transporte escolar de la provincia y fue efectuada por agentes de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Alrededor de medio millón de menores españoles utilizan el autobús para ir al colegio cada día, muchas veces por carreteras convencionales en las que, a juicio de la DGT, «el riesgo de accidentalidad es mayor». De ahí que se considere fundamental extremar la vigilancia sobre este tipo de autobuses y, especialmente, en lo relativo a los requisitos especiales que se les exigen a los conductores y los elementos de seguridad y condiciones técnicas como la existencia y uso del cinturón de seguridad. Todos los autobuses matriculados a partir de octubre de 2007 tienen que contar con este sistema de sujeción, pero no siempre se usa. «Un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales y nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales, por lo que su uso es esencial en cualquier trayecto, corto o largo, independientemente de la vía por la que circule», señala la DGT.
Y a esto hay que añadir que todavía quedan en circulación muchos vehículos en uso y sin cinturones o retenciones alternativas. En la provincia de Burgos se calcula que está en esta situación un 30% de la flota, según afirmaba el Procurador del Común en un informe publicado a primeros de marzo y en el que instaba a la Administración a facilitar la instalación de estos dispositivos mediante subvenciones al tiempo que criticaba que este porcentaje fuera el mismo que en 2008, cuando realizó otro informe semejante y Educación informó de que un 30% de los buses escolares carecían de cinturón. Este asunto se ha convertido en uno de los principales caballos de batalla de federaciones de asociaciones de padres como la de Burgos, que han recurrido al defensor del pueblo castellanoleonés para exigir la instalación de sistemas de retención en la totalidad de la flota. La DGT, de hecho, también cree que los padres deben «comprobar la seguridad de los autocares en los que se desplazan sus hijos y solicitar al centro [de enseñanza] la contratación de buses con cinturones y comprobar que un monitor acompaña a los niños durante el trayecto».
 
Consejos.
La DGT defiende el uso del transporte público de escolares frente al particular porque es más sostenible para el conjunto de la sociedad y también porque los trayectos «pueden ser buenos momentos para que el adulto que acompaña a los menores les recuerde algunos mensajes sobre seguridad vial». La Administración cita, por ejemplo, que nunca hay que pararse detrás de un autobús; que hay que cruzar siempre al menos tres metros por delante; que dentro del autocar hay que ir «sentado y con el cinturón puesto, si lo lleva instalado»; que no hay que correr al llegar al subir ni al bajar del autobús y que siempre hay que obedecer al conductor y al monitor que, por ley, debe acompañar a los menores en los desplazamientos hasta el colegio o instituto.
Otra materia en la que trabaja la Administración a través de Tráfico y de la Federación de Municipios y Provincias es en la promoción de los denominados ‘caminos escolares seguros’ que «favorezcan y estimulen el desplazamiento a pie, en bici o en transporte público en la ida y la vuelta al colegio».
Las características que, según la DGT, deben reunir estos caminos escolares seguros son: aceras amplias, con semáforos que duren lo suficiente para que les dé tiempo a pasar; semáforos sin luz ámbar para los coches y verde para los peatones, dado que supone un peligro para los menores; parada donde los padres dejen a los niños y desde la que puedan ir caminando hasta el colegio junto a un adulto; colaboración de los comerciantes para con los niños que van solos al colegio; prohibición de aparcar a la entrada y salida de los colegios, para evitar aglomeraciones; velocidad máxima de 30 kilómetros por hora; aparcamiento para bicicletas y, por último, policía para regular la entrada al colegio.