El secretario general del Ayuntamiento ha testificado en el Juzgado de Instrucción número 3, a donde acudió en calidad de testigo el pasado 17 de mayo, que cree que el alcalde, Javier Lacalle, consintió o fue el mismo el que introdujo un documento en su declaración de bienes sin seguir los cauces establecidos para ello. Esa fue la acusación que hizo la oposición en su día y que llevó a que el PSOE e IU presentaran una denuncia contra el regidor por falsificación de documentos públicos.

En la declaración del secretario general, a cuyo contenido ha tenido acceso este periódico, se manifiesta que Lacalle «asumía que la introducción del documento al expediente se había producido con su beneplácito». Es decir, que el regidor afirmaba que se había hecho con su consentimiento, pero que no había sido él el que había incorporado a su declaración de bienes el papel en el que aparecía el piso que se compró en 2012 en San Agustín.

El secretario asegura en algunos puntos de su testimonio que no sabe quien introdujo el papel en el expediente (porque no lo ha visto físicamente) aunque añade que entiende que, por la sucesión de los hechos, la incorporación del papel al expediente se debió producir el martes 21 de enero. Ese fue el día en que el alcalde había solicitado la carpeta en la que se encuentra su patrimonio (hay una por cada corporativo). Cuando la pidió, comentó que «para verla con más tranquilidad se la llevaba a su despacho».

El máximo funcionario del Ayuntamiento realiza esta composición de los hechos cuando el concejal de UPyD Julián Altable, que acude a media mañana de ese mismo día a pedir la documentación, le pregunta al secretario qué hace en la declaración de bienes del alcalde una hoja sin los sellos del registro y sin grapar junto al resto de documentos. La sorpresa es mayúscula cuando el concejal del PSOE Antonio Fernández Santos acude a Secretaría General a preguntar por lo sucedido. Y es que, el edil socialista había sido el primero en reclamar la documentación esos días (la pidió el lunes) y allí no estaba ese papel que apareció después. Un escrito en el que se podía leer que lo que allí venía «completaba lo señalado en septiembre pasado», cuando no se había incorporado nada a la declaración de ese mes de 2012.

En las palabras del secretario también aparecen distintas versiones del alcalde sobre lo sucedido esos días. Fue después de todo ese desfile de concejales por Secretaría General cuando el funcionario le informó al regidor de que Fernández Santos le había dicho que ese papel no estaba cuando consultó la declaración el lunes. Y entonces, Lacalle contradijo al socialista afirmando que cuando él la recogió «sí estaba».

Las contradicciones vienen cuando, en otra conversación, el secretario le presunta al alcalde que quién ha introducido ese papel si ni él ni el vicesecertario sabían nada de él. La respuesta del alcalde, según se relata en la declaración, fue «una evasiva» en la que respondió: «las chicas».

El secretario afirma que no sabe a quién se quería referir el primer edil con eso de «las chicas» y comenta que preguntó a las funcionarias de ese departamento. Le contestaron que «no era cierto» que ellas hubieran incorporado ese papel a su declaración.

En la versión del secretario también se puede leer como el viernes, el alcalde le comunica que «quiere hacer la manifestación correcta». Y es entonces cuando se introduce un documento con los mismos datos que en la que hoja que se había incorporado el martes. Aunque ahora sí, pasando por el registro y cumpliendo el cauce reglamentario.

Hoy será el alcalde el que pasará por el juzgado a dar su versión.