La población arandina creció un 11,5% en los 11 primeros años del siglo

N.L.V. / Aranda
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La tendencia alcista se deja notar también en la comarca, que llegó a 2012 con casi un 5,8% más de población pese a que la mayo parte de los municipios perdieron residentes

Más de la mitad de la población de la capital ribereña se encuentra entre los 30 y los 59 años. - Foto: DB

Haciendo buena la máxima de que la Ribera es diferente, la publicación de los datos oficiales del Censo de Población y Viviendas del Instituto Nacional de Estadística ha venido a dar un argumento más  para sostenerla. Y es que, mientras  la tendencia generalizada de los entornos rurales castellanoleoneses es a perder población, a 1 de enero de 2012 la zona Sur de la provincia de Burgos registraba un incremento de casi un 5,8% en el número de residentes en sus municipios respecto a la cifra con la que se entró en el siglo XXI. De esta manera, los 48.811 habitantes que aglutinaban los algo más de 60 pueblos enclavados al sur del río Esgueva cuando empezó el año 2001 se han elevado hasta 51.641 en el año 2012.

La principal ‘culpable’ de esta situación, como cabía esperarse, es la capital ribereña. Por sí sola, en este mismo periodo, ha registrado un incremento poblacional de más del 11,5%, convirtiendo los 29.999 vecinos con los que comenzó la centuria en 33.459 en 2012, según el último dato oficial publicado por el INE. Este crecimiento ha sido lineal a lo largo de los años, no experimentando ningún retroceso si se analiza año a año. De esta manera, los 29.999 habitantes con que se arrancó en 2001 pasaron a 30.309 en 2002, 30.707, 30.875 y 31.274 en el trienio siguiente, para alcanzar los 31.545 en 2006 y 31.940 en 2007, superando por primera vez los 32.000, con 32.460, en 2008, y registrándose 32.928, 33.154 y 33.229 entre 2009 y 2011, para cerrar con los ya citados 33.459 en 2012.

Llama la atención que, en los últimos años de este periodo el país ya estaba totalmente inmerso en la grave crisis económica que se padece y que, en líneas generales, ha desplazado importantes flujos de población a las grandes ciudades a la búsqueda de los empleos que empiezan a escasear en las zonas rurales. Sin embargo, esta tendencia no ha empezado a apreciarse hasta ahora en la zona Sur de la provincia.

Otra de las peculiaridades del censo de la capital ribereña es que no sufre con tanta virulencia el habitual envejecimiento de la población. De hecho, algo más del 56,5% de sus residentes tienen entre 20 y 59 años y prácticamente 16 de cada cien arandinos se encuentra en la treintena, siendo los de 35 años, con 598, el grupo más numeroso. Unos datos que, de todos modos, no mitigan una realidad que arroja que más de 8.000 personas, aproximadamente una de cada cuatro, han superado ya los 60 años e, incluso, la villa tiene ocho vecinos que pasan la centuria, siendo el ‘abuelo’ de todos sus habitantes un residente de 107 años.

EVOLUCIÓN COMARCAL

Aunque a un ritmo bastante menor que en la capital ribereña, la comarca en líneas generales también ha experimentado en los primeros años del siglo XXun incremento de la población. Una evolución en la que pesa de manera determinante Aranda de Duero puesto que de los 63 municipios enclavados al sur del río Esgueva, y excluyendo aquellos que se vinculan más a la zona de la Sierra de la Demanda y el entorno de Huerta de Rey, apenas una docena ha experimentado una tendencia positiva, menos de un 20%.

La segunda localidad en importancia en la comarca, Roa de Duero, también ha crecido en el periodo de referencia, pasando de 2.250 habitantes en 2001 a 2.450 en 2012, lo que porcentualmente se traduce en un aumento poblacional de algo más del 8%.

Caleruega, Campillo de Aranda, Castrillo de la Vega, Fresnillo de las Dueñas, Fuentelcésped, Fuentespina, Gumiel de Izán, Hontoria de Valdearados, Milagros Quemada y Villalba de Duero componen la nómina de localidades en las que su población ha aumentado en esta centuria. Casi todas ellas son municipios relativamente cercanos a la capital ribereña en las que se han realizado promociones de viviendas a las que han recurrido jóvenes en busca de un mejor precio o mejores condiciones de vida. De todas formas, entre ellas hay casos singulares, como Fresnillo de las Dueñas, cuya cifra de residentes se ha incrementado en más de un 77%, pasando de 316 vecinos a 560, de Caleruega, que supera el medio millar, Fuentespina que con 757 empadronados se sitúa como tercera localidad en importancia de la comarca,  o, en el lado contrario de la balanza, Campillo de Aranda, que empezó el siglo con 180 habitantes y en el último censo arroja uno más, 181.

Respecto a los pueblos que pierden población, porcentualmente el caso más significativo, que se queda con solo 26 vecinos  tras perder algo más del 33% de sus residentes. Cabe destacar también el caso de Torresandino, que pasa de 831 habitantes a 724, cediendo el tercer cajón del pódium de residentes a Fuentespina, o el de Pardilla, que en todo este periodo, considerado globalmente, únicamente pierde un vecino.