«La masculinización, la despoblación y el envejecimiento está atacando a los pueblos. Por eso es esencial crear oportunidades de trabajo y, en eso, vosotras sois claves». Con esta frase, el técnico de gestión económica y empresarial de Sodebur, Rafael Elúa, dio comienzo a la mesa de experiencias organizada con motivo del IV Encuentro de Mujeres Rurales de Burgos que se celebró ayer en el Hotel Tudanca de Fuentespina.
Rompió el hielo Elena Martínez, quien explicó cómo convirtió el ocio en el eje de su negocio. Con un golpe de suerte en forma de boleto de lotería, dijo, logró reunir el capital necesario para comenzar en el mundo empresarial montando un campo fijo de paintaball. A su idea inicial hoy se suma otro móvil y uno creado específicamente para los más pequeños, además de una discomóvil. «Hay que seguir, sin nosotras se acaba el mundo rural», sostuvo.
Misma opinión compartió Isabel Gómez a la que criarse viendo a sus padres arando las tierras y cuidando el ganado le animó a seguir sus pasos. La diferencia es que su agricultura, ecológica, solo se emplea para alimentar a los lechazos, también amparados dentro de los productos de la biocultura. En su caso, confesó, el apoyo de su familia ha sido esencial para apostar por sus sueños y por la Bureba.
Por la Ribera del Duero se decantó Begoña López. Junto a su marido, conocido en la comarca como ‘El Alforjillas’, construyó el popular museo y restaurante El Rincón del pasado. El fallecimiento de su pareja supuso un punto de inflexión que López ha afrontado con formación. «No hay que dejar de aprender y aprovechar los cursos que ofrecen Junta y Diputación», dijo, animando a las presentes a participar.
Energía era lo que le sobraba a María Anunciación Pérez, que se metió al público en el bolsillo con sus cultivos de teff. Se trata de una planta similar a los cereales que se cultiva en Etiopía. Tras nueve años de investigación se han logrado crear las condiciones adecuadas para que fructifique en España. «Ahora seguiré con el sorgo, las harinas sin gluten...», enumeró, tras incidir en la dificultad que supone acaparar todos los roles de la empresa en sí misma: «Soy la señora de la limpieza, la gestora y la jefa de ventas. Y en mi pueblo».
Violencia cero
Durante el encuentro, que también sirvió para despedir el Plan Pebur 10-15 de apoyo a la mujer rural y dar el pistoletazo de salida al nuevo programa europeo We run junto a otros seis países, se escucharon numeroso alegatos contra la violencia de género: «Las queremos libres y vivas», fue tan solo uno de ellos.