La experiencia es un grado y cuando se reúne mucha experiencia en un mismo lugar la acumulación de vivencias puede llenar una enciclopedia de Historia. Eso es lo que ayer se vivió en la celebración de la tradicional comida de hermandad que sirve de ecuador a la Semana de Homenaje a Nuestros Mayores, que organiza la Concejalía de Acción Social del Ayuntamiento arandino. Todos los asistentes a la cita, que logró un gran poder de convocatoria, tenían mucho que contar, pero la organización eligió a dos personas para centralizar un merecido homenaje. Los escogidos fueron Enriqueta Lobo Peña y Benjamín Barbadillo Tudela, que se convirtieron en los verdaderos protagonistas de la celebración.
Por protocolo y veteranía, Enriqueta fue la primera en recibir este particular homenaje. Ella nació hace la friolera de 102 años en la localidad segoviana de Valle de Tabladillo y tiene a sus espaldas toda una vida de trabajo y sacrificio. Contaba que se quedó viuda al terminar la Guerra Civil y que nunca ha dejado de trabajar, que le gustan tanto los niños que por aquel entonces se encargaba de cuidar a una veintena de niños de su pueblo mientras sus padres se iban a trabajar y que sigue siendo una mujer activa. Es más, junto con una memoria prodigiosa, que le permitió incluso recitar un romance, también conserva la vista y no deja ningún día de hacer ganchillo, una de sus pasiones, junto con las canciones de antaño. Como muestra, presidiendo la mesa, se encontraban dos mantas realizadas por ella misma.
El otro protagonista fue Benjamín, de 91 años y natural de La Aguilera. Su profesión siempre ha sido la de ebanista, y buena prueba de ello eran los puzzles de madera que llevó a la comida para demostrar sus habilidades. Además, este abuelo se ha subido al carro de las nuevas tecnologías y acude regularmente a las clases de informática que se imparten en los talleres del CEAS en el Centro Intergeneracional La Estación, para no perderse la oportunidad de estar en contacto con sus dos nietas.
Mirando al futuro
El homenaje fue sencillo pero emotivo. La alcaldesa arandina, Raquel González, y la concejala de Acción Social, Azucena Esteban, entregaron a Enriqueta y Benjamín sendos diplomas y un obsequio para cada uno, correspondiente en un reloj de muñeca, además de un hermoso ramo de rosas. Este acto fue el postre, nunca mejor dicho, de la comida anual que organiza la sección municipal de Acción Social. Su responsable, Azucena Esteban, reconoció ante los presentes los méritos de éstos al haber sentado las bases de la sociedad actual y puso de manifiesto la relevancia de la reciente formación del Consejo Municipal de Mayores, en el que se tratan temas relacionados con este sector poblacional, y que Esteban confía en que sirva para acrecentar el fluido diálogo que ya existe entre este colectivo y la Administración local.
La alcaldesa también intervenino en este sencillo acto y aprovechó la oportunidad para destacar la gran labor que se desarrolla desde la Concejalía de Acción Social, en el ámbito de la tercera edad y en el resto de sus secciones, tanto del equipo de trabajadores como de su responsable política.
Esta Semana de Homenaje a los Mayores continúa hoy y culmina el próximo lunes con las ya tradicionales chocolatadas en los diferentes clubes de jubilados y centros de mayores, en las que se aprovechará para entonar los primeros villancicos de esta época.