La decisión de parar el Arena es «lógica» para colectivos y partidos

Á. M. / A.R. / Burgos
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Los aficionados y profesionales del toro lamentan la 'marcha atrás' pero respetan el motivo, el fundador del Autocid da «gracias a Dios» y la oposición pide el abandono definitivo

Imagen de El Plantío con buena entrada y Castella en el albero. - Foto: Jesús Javier Matías

La constatación de que el Pabellón Arena se ha caído de los presupuestos de 2012 y que ha sido la deuda con los proveedores la causante del ‘aborto’ del proyecto estrella de Javier Lacalle, ha abierto un nuevo frente de debate sobre la dotación que ahora se ciñe a si debe hacerse o no y, de seguir adelante, qué calendario es recomendable seguir para apostar por la prudencia financiera.

Las primeras reacciones llegaron desde el banco de la oposición, donde hay unanimidad sobre las decisiones que conviene tomar. El PSOE, por ejemplo, se mostró «satisfecho» de que se haya dado marcha atrás y consideró que seguir adelante «era una locura porque no era ni prioritario, ni prudente ni necesario». Sobre la posibilidad de que en 2013 sí se inicien las obras, la concejala Carmen Hernando señaló que «lo que tienen que hacer es cambiar el chip y aparcarlo indefinidamente para no tener que subir más las tasas, precios públicos e impuestos».

El portavoz de UPyD, Roberto Alonso, cree que «ya que el alcalde sigue empeñado en hacerlo, al menos es bueno que espere un año y veamos en qué situación financiera nos encontramos». No obstante, recordó que su grupo siempre ha defendido la restauración de la plaza de toros y la construcción de un pabellón en la campa del Silo «que costaría la mitad y sí serviría para el baloncesto».

Por último, el concejal de Izquierda Unida, Raúl Salinero,  negó que el motivo de retrasar el Arena fuera la prioridad de pagar a los proveedores y cree que «la decisión obedece a la imposibilidad de pedir un préstamo para construirlo». «Así lo ha demostrado su actitud de negación de la anémica situación de las arcas municipales», zanja.

Pero ese debate no se dio solo entre los miembros de la oposición. De las palabras del vicealcalde, Ángel Ibáñez, tras la Junta de Gobierno celebrada ayer, se deduce que en el seno del Ejecutivo local también hay quien duda de que deba acometerse la inversión el próximo año. «Sigue siendo prioritario, pero todas las administraciones están tomando medidas de un día para otro y dentro de ese contexto nos tenemos que mover», dijo el también titular de Fomento.

Los ‘afectados’

Donde sí hay división de opinión es entre los aficionados a los toros y los dirigentes del Autocid. El fundador del club de baloncesto, Fernando Andrés, elude entrar en el fondo de la cuestión (tiene previsto hacerlo más adelante) pero en su primera valoración se refirió a que «lo mejor que se puede hacer con un mal proyecto es no realizarlo».

Sobre qué se puede hacer si Autocid asciende a liga ACB, algo que perfectamente podría haber pasado las dos temporadas anteriores, Andrés vuelve a ser escueto y dice que «buscaremos soluciones». Y regresando al asunto del retraso en la ejecución del proyecto, tal es el alivio del patrono del Club que le da las «gracias a Dios bendito».

Otra cosa es lo del toro. Quino Monje, representante de la empresa que explotará el coso los dos próximos años (Serolo), muestra su frustración por la «ilusión» rota de «estrenar el Arena». Lamenta que, al menos, «no se gasten un poquitín en arreglar la plaza» y, a pesar de todo, considera que los motivos son tan de peso que «no se puede decir nada».

Casi idéntico discurso encontramos en Miguel Ángel Salinas, presidente de la Peña Taurina. Salinas tira de castellano antiguo para definir el estado de la plaza («está hecha una puta mierda») pero asegura que entiende «perfectamente» la imposibilidad de ejecutar a corto plazo el pabellón.