5 lugares donde perderse en Burgos

Beatriz S. Tajadura / Burgos
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(Al alcance en bicicleta)

El amplio parque del Parral, junto a la zona universitaria de San Amaro, alberga zonas con encanto. - Foto: Alberto Rodrigo

Las tardes de verano son para coger la bicicleta y pedalear hasta un lugar tranquilo. No hace falta arrancar el coche. La ciudad esconde rincones llenos de inspiración.

Burgos también tiene rincones desconocidos. No es necesario arrancar el coche para llegar hasta ellos, basta una bicicleta y unas breves indicaciones que aquí le proponemos para pasar una apacible tarde de verano. Coja estas páginas de periódico, un libro, música o la compañía adecuada y quite el candado de la bicicleta.

ERMITA DE SAN AMARO

Qué hay:

Preciosa ermita barroca, con un pequeño retablo neogótico. Forma parte del Camino de Santiago. Dedicada a Amaro, un peregrino francés que se quedó a vivir en Burgos. Lo decidió a su regreso de Compostela, en el siglo XIII. Amaro pasó el resto de su vida cuidando enfermos en el Hospital del Rey, próximo a la ermita. Entorno de piedra, sin vegetación. Apropiado para días de brisa. No abunda la sombra. Es recomendable acudir con ropa de calle. El lugar enamora por su belleza delicada. Apenas hay visitantes, disfrutará de intimidad. No siempre está abierta.

Horarios de misa:

Vísperas: 17.30

Festivos: 12.30

Cómo llegar:

Si uno parte de la Plaza Mayor, se trata de seguir el curso del Arlanzón dejando a la espalda el Teatro Principal. Pedalee a lo largo del Espolón y alcance la plaza Castilla.

Es el momento de cruzar el río hasta la avenida de Palencia. Prosiga por el carril de bicis, siguiendo al Arlanzón.

Algo más adelante, el carril empezará a desviarse del río. Siga por el carril. Encontrará a la derecha el complejo deportivoSan Amaro y, un poco más adelante, la Residencia Universitaria Camino de Santiago.

Una vez en el campus de la universidad, gire a la izquierda. Deje la carretera a la derecha. Verá el hotel Puerta Romeros. Pedalee en esa dirección. Verá una calle a la izquierda, es la calle San Amaro. Tómela. Al final, hallará una desviación perpendicular. Es la calle Puerta Romeros. Hacia la mitad, en el número 5, se encuentra la ermita de San Amaro. Algo escondida, efectivamente.

PLAZA DEL COMPÁS

Qué hay:

Hermosa plaza de piedra, junto al monasterio de Las Huelgas. Perfecta para pasear, con ropa de calle. Una pequeña fuente central, arcos rematados con pináculos, ambiente clásico y sereno.

A un lado se encuentra el monasterio cisterciense de Las Huelgas. La plaza es de acceso libre, no es necesario sacar entrada.

El único inconveniente: no hay bancos a la vista. Tan solo unas escaleras de granito, junto a la entrada al monasterio. Sí que los hay, en cambio, en la calle Alfonso VIII. Y con vistas a la impresionante fachada del edificio.

Cómo llegar:

Recorrido sencillo. Desde la Plaza Mayor, basta con seguir el curso del Arlanzón dejando a la espalda el Teatro Principal. Pedalear a lo largo del Espolón hasta alcanzar la plaza de Castilla. Una vez en esa rotonda, cruce el puente hasta el paseo del Empecinado. Pedalee por el pasaje Laserna. Si va en la dirección correcta, dejará la Residencia Universitaria Santa Rafaela a la derecha. Llegará a una rotonda. Continúe recto por el paseo de la Media Luna.

Comprobará que es un paseo largo, que desemboca en la calle Alfonso VIII. Una vez allí, encontrará el restaurante Abadengo a la derecha, haciendo esquina. Si continúa la calle, paralelo a Las Huelgas, verá al final un pequeño arco de piedra. Es un buen lugar para aparcar la bicicleta.

plaza junto

a santa águeda

Qué hay:

Rincón de piedra, con una pequeña fuente y una amplia tarima donde recostarse. A un lado, se abre una fina escalinata. Uno puede quedarse delante, junto a la calzada, o retirarse detrás, si busca mayor cobijo.

En cualquiera de los casos, no es una zona muy transitada. Menos en verano. Los muros de piedra y los desniveles intercalados arrojan sombras perfectas, para los días de sol. Además, la fuente les refrescará con el calor.

Cómo llegar: Desde la catedral, hay que seguir la calle Nuño Rasura. Verá el restaurante Don Nuño. Siga recto, deje la catedral a sus espaldas. Continúe hasta la calle Santa Águeda y deje la agencia de viajes Halcón a su derecha. Comprobará que la calle se estrecha. Prosiga hasta encontrar la iglesia, a mano derecha. Una vez allí, siga recto. Ignore las escaleras que se abren a su derecha. Desembocará en una pequeña carretera, junto a una tienda de alimentación.

Si mira a su derecha, verá una fuente y una fina escalinata de piedra. Es un rincón perfecto para bajarse de la bicicleta.

LADERA JUNTO A LAS MURALLAS

Qué hay:

Pradera de hierba verde, al descubierto, sin excesiva sombra. Muy recomendable para días de brisa y sin demasiado calor. Hay espacio suficiente para toallas.

N es un lugar de paseo, sino de relajación. Rara vez Perfecto para pasar una tarde leyendo, escuchando música o dormitando bajo el sol.

Cómo llegar:

Desde la catedral, subir las escaleras hasta el Centro de Arte de Burgos (CAB). En bicicleta, se puede hacer la subida en cuesta o por las escaleras, llevando la bicicleta de la mano.

Una vez arriba, frente a la puerta del CAB, verán la calle Saldaña. Pedaleen por ella, hacia la derecha, hasta ver un rótulo blanco y azul que corresponde a la calle del arco de San Esteban. Prosigan por allí. Es una callejuela estrecha, de adoquines de piedra. Tengan cuidado con los coches. Avanzan despacio, pero no se les oye acercarse.

Desembocarán en la calle Álvar Fáñez, justo frente a las murallas. Advertirán unos arcos en la muralla, atraviésenlos. Justo al otro lado, si siguen recto, verán una carretera ascendente. Al otro lado de la carretera, elevada y protegida del tráfico, encontrarán la colina. Pueden subir hasta allí en bicicleta.

BOSQUECILLO Y PUENTE DE MADERA EN FUENTES BLANCAS

Qué hay:

Abundantes sombras. Apropiado para los días de calor sofocante. Maravilloso rincón apartado, con un riachuelo, un rústico puente de madera, hierba y mesitas de merienda.

Apenas hay trasiego de personas. Muy recomendable para quien busca alejarse de la ciudad y pasar una tarde apacible, descansada y junto a la naturaleza. Lugar de descanso más que de paseo.

Cómo llegar:

Seguir el río por la avenida del Arlanzón, en dirección Fuentes Blancas. Pedalear recto hasta dejar atrás la perpendicular avenida de Cantabria, la plaza de toros y a continuación el Plantío. Seguir el curso del río (a la derecha) hasta la perpendicular Juan Ramón Jiménez.

Cruzar el puente y continuar dejando el río, esta vez a la izquierda. Recto hasta la Fuente del Prior, después el Camping y sin cambiar de dirección, siga el camino de cemento, aquel lleno de paseantes, y con un sendero de tierra en paralelo, para los corredores. Verá una cancha de baloncesto a la izquierda.

Continúe hasta el final del camino. Allí donde vea los postes de madera, invitándole a dar media vuelta, siga adelante. Pedalee por un camino ancho y pedregoso que encontrará a pocos metros de distancia. Sígalo y se topará con el pequeño puente de madera, siempre desierto. Crúcelo. Bienvenido.

Si se ha quedado con ganas de más, hay otros rincones en Burgos que aunque no son desconocidos, también poseen encanto. Uno de ellos es el monumento de los arcos de Castilfalé, en el paseo de la Isla. Otro es el sendero descendente que se esconde tras el Castillo, justo detrás del mirador. Si se deja perder por esa zona, encontrará unos cómodos merenderos de piedra rodeados de árboles.