Desde el pasado mes de mayo se han retirado en la comarca 24 nidos de avispón asiático, 19 por los bomberos del Valle de Mena, pero en los últimos quince días, la fase final del otoño ha dejado patente la existencia de, al menos, otros seis nuevos nidos en las localidades de Trespaderne, Cadiñanos (2), Herrán, San Martín de Don -junto al embalse de Sobrón- y El Ribero de Montija. A pesar de los intentos de los responsables municipales para que la Junta de Castilla y León o la Diputación procedieran a retirarlos, los nidos siguen en las copas de los árboles donde se hallaron. Con ello, los expertos advierten que se ha perdido la oportunidad de que en los pasados días, cuando aún no había llegado el frío, se tratara de atajar la huida de cientos de reinas que pasarán el invierno cobijadas en la corteza de los árboles o al abrigo de cualquier escondite y en primavera y verano multiplicarán exponencialmente la presencia de esta especie invasora en Las Merindades al crear cada una su propio nido. Los avispones obreros se cree que ya hayan muerto con las bajas temperaturas.
La alcaldesa de Trespaderne, Isabel López, se dirigió la pasada semana al Servicio de Fomento y Protección Civil de la Diputación para poner de manifiesto la presencia de tres nidos en su municipio. Los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León habían alertado a la regidora de los hallazgos, pero poco pudieron hacer, al no contar con trajes especiales para atacar a estos insectos. En la Diputación le trasmitieron que los bomberos voluntarios de Medina de Pomar dependientes de esta institución carecían de trajes adecuados, pero lo cierto es que se los facilitó la propia Diputación en octubre, como ha confirmado DB.
Con las mimas, López Torre se dirigió a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León donde ni en el Servicio de Medio Ambiente ni en el de Ganadería, donde la rebotaron los de Medio Ambiente, le dieron una solución. Para dejar constancia de lo sucedido presentó una reclamación dirigida a la Secretaría de la Delegación Territorial de la Junta. Con la misma falta de respuesta se encontró Fabriciano Gómez, teniente alcalde del Valle de Tobalina, cuando llamó al Servicio Territorial de Medio Ambiente para informar hace ya dos semanas sobre los nidos de Herrán y San Martín de Don. «Se disculparon con que no tienen medios, pero lo que veo es una falta de entendimiento y que se echan la pelota unos a otros», señala.
Los nidos del Valle de Tobalina están a gran altura, uno por encima de los 25 metros, por lo que en el Consistorio o en la mancomunidad carecen de medios para llegar a esa altura. Alquilar camiones grúas de gran altura es una solución, pero muy cara y que nadie sabe quien tiene que pagar. La otra fórmula que recomiendan los expertos es el uso de pértigas, pero los equipos de bomberos de la Diputación en Las Merindades no cuentan con estos medios, recomendados en la estrategia redactada por el ingeniero Roberto Puch y el bombero profesional, Saúl Peña, para el Consistorio de Villarcayo con la colaboración del Ceder.
Mientras, los grandes perjudicados por esta descoordinación y ausencia de protocolo de actuación serán los apicultores, así como los propietarios de frutales.