La redacción del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Briviesca está a punto de finalizar, según indica el concejal de Urbanismo, Ángel Arce, quien adelanta que el expediente será sometido a aprobación provisional hoy miércoles, en sesión plenaria ordinaria. En el plan se marcan las directrices maestras del diseño urbano de la capital burebana para los próximos años.

«El nuevo PGOU nos permite estar preparados para, si llega un día en que se reanima la construcción, dejar Briviesca estructurada para una población estimada de algo más de 21.000 habitantes», desvela Arce quien agrega que este expediente define aspectos como las alturas de los edificios y las zonas de expansión entre las que se encuentra el entorno del barrio rural de Cameno.

«Dar cabida al triple de la población briviescana actual, que apenas rebasa los 7.000 habitantes, parece mucho pero Arce indica que construyendo en los numerosos solares vacíos que jalonan la ciudad y en las zonas nuevas, «se llega sin problemas a esa cifra». El PGOU lleva 9 años en tramitación y es ahora, bajo el gobierno bipartito de Asamblea Briviesca y PSOE, cuando se le quiere dar el impulso definitivo. «Tras superar su aprobación provisional, se remitirá a la Junta de Castilla y León y estimamos que en medio año estará aprobado definitivamente», apunta el concejal de Urbanismo.

Esperan apoyo

«Confiamos y deseamos que el PGOU salga aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos del Ayuntamiento porque es un plan realizado en ocho años de gobierno del PP y porque el concejal de Ciudadanos no ha presentado alegaciones en ninguno de los dos periodos de información pública que ha habido; entendemos que están de acuerdo con el plan», agrega Arce. Por otro lado, el edil de Urbanismo confirma que el polémico Plan Regional de Actuación de Urbanización El Fontanal «desaparece» del PGOU. El Fontanal estaba promovido por la Junta de Castilla y León para construir 735 viviendas en un área de 252.000 metros cuadrados situada en los dos extremos de la ciudad: casas de los camineros y sobre todo carretera Cornudilla.  Una parte de los dueños de terrenos en esas zonas estaban en total desacuerdo argumentando que «no son tiempos de megaproyectos».

Casco histórico

En cuanto se dé luz verde a la aprobación provisional del PGOU, la Corporación se meterá a fondo con el Plan Especial de Protección del Casco Histórico (PEPCH). «Queremos meternos con urgencia con él y sacarlo adelante en 2016 y lo más importante es que queremos consensuar con los ciudadanos aspectos como las alturas de los edificios en el casco histórico; nosotros proponemos que las casas que se construyan en los solares vacantes sean muy parecidas a las que hubo anteriormente», indica Arce.

El PEPCH determinará qué edificios y entornos del centro urbano se deben mantener y, además, establecerá una normativa para que las nuevas edificaciones se adecuen a la realidad arquitectónica y ambiental de la zona en la que se ubiquen. Este plan cataloga los inmuebles más valiosos según el tipo de protección que requieren. La máxima es la integral y afecta a las iglesias Santa Clara, San Martín y Santa María. En estos edificios se excluyen las obras de reestructuración y nueva planta. El siguiente nivel es la protección estructural que autoriza solo obras de conservación y restauración.

En este segundo apartado se encuentran elementos como el Templete de la Plaza Mayor y la Casa Consistorial, además de otros muchos. La protección ambiental obliga al mantenimiento de la fachada y de elementos constructivos singulares si bien, excepcionalmente, se puede autorizar la demolición condicionada a la reproducción idéntica del aspecto exterior original.