"La construcción de una ciudad de futuro requiere proyectos a largo plazo que trasciendan los mandatos políticos y vayan conformando un entramado que sirva de plataforma para un progreso previsible y consistente”, aseguró el concejal de Ciudadanos Vicente Marañón. Para el concejal el pavimento de las calles de una ciudad “forma parte esencial de su ADN, de la conciencia individual y colectiva de pertenecer o estar en un entorno geográfico y humano definido” y es por estos motivos por los que, ha asegurado, las baldosas constituyen no solo la herramienta esencial de la que se dispone para garantizar unas calles transitables y seguras para los peatones sino para ofrecer una imagen de ciudad que “permanezca en locales y visitantes como ocurre con el caso de ‘La Bilbaína’ en Bilbao”.
Marañón ha criticado el excesivo abanico de baldosas con tamaños diferentes, colores dispares y dibujos variados. “Esta diversidad no parece responder a ningún criterio prefijado, ni a ninguna exigencia concreta; tampoco es capaz de conformar una imagen de ciudad”. “La adopción de un modelo de baldosa como referencia para renovar el pavimento de las calles de la ciudad facilitaría y agilizaría cualquier proceso de renovación y mejora de las calles de Burgos y no supondría coste adicional alguno. Las baldosas se irían introduciendo a medida que fuese necesario renovar las aceras”, ha aseverado Marañón.
Según el concejal liberal, la fabricación de una baldosa específica para Burgos podría ser realizada por cualquier empresa del sector y “si la ciudad es capaz de identificar nuestra baldosa de referencia como Bilbao lo ha hecho con la suya este elemento podría convertirse en una herramienta más en la proyección de nuestra ciudad”. Según el criterio del edil “la disponibilidad de una baldosa de referencia haría posible planificar la utilización de nuevos materiales, más resistentes, menos contaminantes y mejor adaptados a la climatología de la ciudad y a las necesidades de cada calle”. Baldosas que ha entendido que pueden ser iluminadas en zonas estratégicas de la ciudad puesto que “la tecnología existe, es viable y asumible. Solo es necesario disponer de un icono que iluminar y ése puede ser la baldosa de Burgos”.