«En estos años hemos creado una cultura de la evolución hasta en los niños»

I.P. / Atapuerca
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Unos 600 vecinos celebran, con su ya tradicional Marcha a Pie, los 15 años de los yacimientos de la Sierra como Patrimonio Mundial

En el año 2000, los yacimientos de la Sierra de Atapuerca fueran declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Dos años después, las corporaciones municipales de los dos pueblos que tienen la titularidad de los terrenos en esa zona, decidieron organizar una marcha hasta su mismo corazón para celebrar ese hito que reconocía la transcendencia mundial de los hallazgos.
Desde entonces no han dejado de caminar hasta la Sierra, haga frío, calor, llueva o nieve, el domingo más cercano a este 30 de noviembre, día concreto de la declaración. Ayer lo volvieron a hacer, en una jornada radiante de sol, para recorrer esos  5 kilómetros desde Atapuerca y 4 desde Ibeas, capitaneados por sus respectivos alcaldes, Raquel Torrientes y Jesús Lorenzo de la Fuente, que este año se estrena como regidor, aunque ha realizado la marcha como vecino en muchas ocasiones más.
Tampoco suele faltar a la cita Eudald Carbonell, con su hijo, y muchos vecinos que han decidido que ese domingo no tienen en su calendario otras obligaciones. En total fueron alrededor de 600 los caminantes de ambos pueblos y algunos más de los alrededores. Una marcha, además, en la que a lo largo de los años se fueron sumando la Fundación y el Sistema  Atapuerca.  
En una fecha señalada como la de este año, con la conmemoración del 15 aniversario, el codirector de las excavaciones manifestaba ayer que ahora el objetivo es «consolidar lo conseguido». 
Para Eudald Carbonell, que Atapuerca fuera declarada Patrimonio de la Humanidad «fue un gran adelanto en el sentido de que se convertía en algo que no era ya ni local, regional, nacional ni europeo, sino que era de todos, de la especie». Una realidad de la que hoy se recogen los frutos en una marcha que Carbonell gusta de llamar «marcha hacia la libertad de Atapuerca, en el sentido de que se incorporan las personas a amar el paisaje y la cultura». 
De cara a los próximos años, el codirector de los yacimientos considera que el reto está en eso, en «consolidar todo lo que se ha llevado a cabo en este tiempo». Así, piensa que la celebración pionera de un congreso internacional celebrado el año pasado en Burgos con científicos de todo el mundo «marcó un antes y un después» y con él se acabó el ciclo de formación «la secuencia principal», dice, y añade que «ya se han hecho los museos, los centros experimentales, los centros de llegada, los institutos, las fundaciones, las excavaciones consolidadas... con lo que pienso que el paquete de estructuras está hecho. También el congreso, los másteres, los graduados y los doctorados internacionales;por ello, creo que todo ello debe consolidarse y seguir trabajando para mejorar la calidad y el conocimiento y disfrutar de Atapuerca». subrayó. Para este codirector, el cercano horizonte de los 40 años de labores es un buen momento para «disfrutar de todo lo que se ha hecho en Atapuerca».
Durante todos estos años se han conseguido grandes cosas y muchos descubrimientos con repercusión internacional en grandes publicaciones, aunque el más importante, dice Eudald Carbonell, está por llegar y es la publicación del ADN nuclear de la Sima de los Huesos.
Al margen de este hecho, lo más relevante para el codirector  de las excavaciones ha sido el reconocimiento de los 28 individuos en el yacimiento de Sima de los Huesos, con  la reconstrucción de sus cráneos; la aparición de Homo Antecessor y descubrir que hay ocupación humana hace 1,3 millones de años. «Hay muchas cosas más pero queda mucho por hacer», argumentó en todo caso.
 
Cultura de la evolución. Además, cree que para las localidades de Ibeas de Juarros y Atapuerca «la cultura de la evolución ha ido calando en la estructura social de los pueblos», algo que puede verse en muchos acontecimientos, añade. «La primera jornadas de puertas abiertas las hicimos hace 25 años, las primeras conferencias entre los pueblos también, cuando no había cultura de la evolución en el país, y ahora los chicos que llegan aquí, con 10, 15 ó 20 años ya han nacido con esa cultura de la evolución».
 
Dos alcaldes en perfecta sintonía. A Raquel Torrientes, alcaldesa de Atapuerca le gusta repetir que «los dos pueblos son unos privilegiados» porque el yacimiento podía estar en cualquier otro lado, «pero no, le tenemos nosotros, y es un motivo de orgullo llevar la marca Atapuerca». Por ese motivo, tanto Torrientes como Jesús Lorenzo de la Fuente, alcalde de Ibeas, sienten la satisfacción de que la marcha surgiera de la unión de dos ayuntamientos y las asociaciones locales para celebrar ese logro que hacía que los  yacimientos fueran mundiales.
Jesús Lorenzo añadía que este tiene que ser un espacio de encuentro y no de rivalidad. «Es un patrimonio que tenemos en común y tenemos que potenciarlo». Abogó por trabajar las dos corporaciones municipales para que los yacimientos sean cada vez más conocidos» y que la «sintonía» con Raquel es excelente, aunque él como alcalde nuevo, aún tiene que madurar algunos proyectos que podrían desarrollar conjuntamente. La alcaldesa de Atapuerca se mostró en total acuerdo y aseguró que «es lógico, porque lo normal es que los pueblos vecinos nos juntemos para hacer cosas en común».