El jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora, Casto López, confirmó ayer la aparición de cinco cadáveres de ciervo en la Sierra de la Culebra cuya causa de fallecimiento se desconoce en este momento, aunque está en investigación.
La voz de alarma se dio en la jornada del jueves con el hallazgo de cuatro ungulados muertos en el término municipal de Villadeciervos y un quinto en Villanueva de Valrojo, una zona que coincide con una epidemia de pasteurelosis que se vivió hace tres años en la provincia.
Casto López señaló ante los medios de comunicación que en estos momentos se investigan las causas y se analizan los restos de uno de los ciervos en el laboratorio de León, además de un sexto que se encuentra enfermo.
Al parecer, aunque no se ha confirmado que pueda tratarse de la misma enfermedad, no se descarta que pueda haber un nuevo brote que hace tres años provocó la muerte de más de un centenar de ungulados.
Desde la Administración regional aseguran que no existe riesgo para la población, aunque reconocieron que se han intensificado las labores de vigilancia en la zona y piden a los habitantes que si vieran algún animal muerto lo comunicaron, pues las pruebas pueden ser relevantes para dar con la causa.
El episodio de hace tres años se saldó con la muerte de más de un centenar de animales, aunque algunas fuentes elevaron la cifra por encima de los 300. Se trata de una enfermedad provocada por la pasteurella multocida, una bacteria comensal que reside de forma habitual en el tracto respiratorio de todos los animales y que se ha encontrado en las muestras analizadas, si bien sólo existe riesgo de muerte si se producen situaciones de estrés y altas temperaturas, como las que ha sufrido Castilla y León en las últimas semanas y que pueden haber llevado a esta situación. Según fuentes consultadas no hay descrito ningún contagio a humanos, pero «tampoco se puede producir», porque esta bacteria es eliminada directamente por los propios jugos gástricos en caso de consumir carne infectada. Tampoco se transmite si se cocina el producto a 55 grados centígrados o más.