Cuidado con el 'chemsex'

A.G. / Burgos
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Diego, un joven burgalés que ha vivido varios meses en Londres, ha sido testigo de una práctica que, según el Comité Ciudadano Anti-Sida es el nuevo semillero de casos de VIH

Con el término ‘chemsex’ se conoce una práctica más o menos reciente que consiste en el sexo entre varios hombres bajo la influencia de drogas sintéticas, concretamente metanfetaminas, mefedrona y GHB también llamado éxtasis líquido.  Estas sustancias provocan un alto grado de desinhibición y una euforia que permite mantener las sesiones sexuales durante muchas horas e incluso días. Se trata, de momento, de un fenómeno que han importando las grandes ciudades como Madrid o Barcelona desde Berlín o Londres. Precisamente, en la capital británica ha vivido durante unos meses Diego, un joven gay burgalés que ha sido testigo de estas fiestas aunque asegura no haber participado. «Allí está muy vinculado a la música tecno, y en los locales en los que yo iba no era raro ver en los sillones a hombres practicando sexo sin ningún pudor», cuenta. Para el Comité Ciudadano Anti-Sida se ha convertido en un semillero de nuevos casos de VIH. Su presidente, José Antonio Noguero, explica que el mayor porcentaje de las infecciones vienen de hombres que tienen sexo con hombres (HSH, en el lenguaje técnico y de las ONG). Esta etiqueta no se refiere concretamente a los homosexuales sino que incluye a bisexuales y heterosexuales que mantienen sexo con otros hombres: «Esta es la diana de las nuevas estrategias de la lucha contra el sida», afirma.
Aunque poco, algo se ha estudiado ya en España. En el curso online sobre actualizaciones en la infección por VIH, el experto Raúl Soriano da algunas razones por las que estos jóvenes se involucran en el ‘chemsex’. A muchos de ellos les hace superar problemas de intimidad, el miedo al rechazo y la vergüenza en el contexto sexual, su condición de pacientes de VIH e incluso les ayuda a enfrentar una homofobia internalizada.
Nuestro Diego reconoce haber tomado estas drogas para mantener sexo, «pero solo con un chico», y reconoce que produce sensaciones muy fuertes. ¿Cree que podrá importarse esta moda a Burgos? «Lo dudo; si acaso, en casas particulares, nunca en locales».