El incendio de ayer en el noveno piso del portal 57 de la avenida de Cantabria concluyó con 3 mujeres atendidas por inhalación de humo, pero pudo haber ocurrido una tragedia, porque cuando las inquilinas -de origen brasileño- se percataron de la presencia de humo en la casa las llamas ya habían destrozado la cocina, que fue la estancia donde se declaró el fuego. Las víctimas, tras ser asistidas en la calle por los sanitarios de Sacyl, fueron trasladadas en una ambulancia y en una UVI móvil al Hospital Universitario (HUBU).
El servicio de emergencias 112 de Castilla y León recibió la alerta a las 20,11 horas de ayer y la trasladó directamente al parque de bomberos, que se encuentra muy cerca del lugar de los hechos. No tardaron ni dos minutos en llegar, «lo que contribuyó a minimizar los daños en la vivienda», según comentó el sargento al mando. Con todo el piso -de cinco habitaciones, cocina, salón y dos baños- sufrió bastantes desperfectos, «porque el humo invadió todas las habitaciones».
El incendio se originó en la cocina por causas que se desconocen, aunque los bomberos se inclinan por la posibilidad de que se produjera un cortocircuito bien en el horno o bien en el lavavajillas. Y es que no había ninguna cazuela ni ninguna sartén al fuego, porque, de hecho, nadie estaba cocinando. Las llamas fueron de tal calibre que no solo calcinaron todos los muebles de la dependencia sino que provocaron la caída de azulejos y el desprendimiento de una parte del techo.
Las tres inquilinas (entre los 14 y 34 años) estaban en pijama y salieron rápidamente del portal para huir de las llamas y el humo, si bien finalmente tuvieron que ser atendidas por inhalación. Al parecer una de ellas está embarazada. Después las evacuaron al complejo asistencial.
Los bomberos se desplazaron hasta el número 57 de la calle Cantabria con un camión autoescala y con un autobomba. Cuando llegaban el fuego era visible desde las ventanas del piso. Había que darse prisa para que el fuego no se extendiera a más viviendas. Desenrollaron una de las mangueras y ascendieron con ella por las escaleras hasta el noveno piso. Una vez dentro y con los equipos de respiración asistida a la espalda aplicaron el agua a las llamas y abrieron las ventanas. A los tres cuartos de hora la tarea ya había terminado.
Hasta el lugar de los hechos acudieron también varias dotaciones de la Policía Local y de la Nacional. Hubo que cortar un carril de la avenida de Cantabria -sentido Plaza del Rey-, donde aparcaron los vehículos de los bomberos. Los agentes de la Comisaría acordonaron la zona para que los transeúntes no pasaran debajo del piso incendiado. Y es que la presión del agua podía hacer caer alguno de los elementos de las ventanas y de la fachada y herir a algún viandante.