PSOE e Imagina aumentan la presión sobre Ciudadanos

Á.M. / Burgos
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Las dos formaciones entregan un documento pactado a dos bandas para que C's se sume a él y se acuerde la investidura de De la Rosa o Salinero, evitando así dar la Alcaldía al PP

Se agotan los plazos y también la diplomacia. No es que no la hubiera en la reunión pública que mantuvieron ayer (por orden de llegada) Imagina Burgos, Ciudadanos y PSOE, que la hubo, es que los circunloquios y los eufemismos comienzan a escasear y ya se habla castellano antiguo en la búsqueda de acuerdos que faciliten un gobierno alternativo al de la lista más votada, que es la del Partido Popular.
Las dos formaciones de izquierdas entregaron a la delegación ‘ciudadana’ encabezada por Gloria Bañeres un documento pactado entre ambos que recoge una suerte de hoja de ruta compartida para lubricar la adopción de una decisión conjunta que permita investir alcalde a Daniel de la Rosa (PSOE) o a Raúl Salinero (Imagina). Porque Ciudadanos volvió a repetir ayer, por enésima vez, que no entrará a formar en ningún Gobierno, lo que significa que sea cual fuere el resultado de la votación de este sábado el cociente será un Ejecutivo minoritario.
Y sí, se habló casi punto por punto de ese acuerdo, al que unos y otros invitaron a sumarse con sus propias propuestas al equipo de Bañeres, pero el meollo de la cuestión lo tocaron, cada uno a su manera, Antonio Fernández Santos (PSOE) y Raúl Salinero. 
Ante la evidencia de que Ciudadanos prefiere abstenerse y que gobierne Lacalle, para lo que el alcalde en funciones deberá acatar las condiciones que se le están exigiendo, el primero dijo que «podréis jurar por vuestros muertos que no sois un bipartito, pero para nosotros seréis los socios de Lacalle», a lo que el segundo añadió que «vais a ser cómplices y si acabáis en una moción de censura no os vais a librar de vuestra responsabilidad».
Los concejales electos de Ciudadanos reiteraron que «no vamos a dar nuestro voto expreso a Lacalle» y que «es la Ley la que les da el Gobierno, no nosotros», en referencia al imperativo legal que proclama alcalde al candidato de la papeleta más votada si no se articula una mayoría absoluta alternativa. 
Para sostenerse en el difícil equilibrio sobre el que camina Ciudadanos, Bañeres trató de repartir cal y arena a partes iguales. Tras imputar a la Ley las consecuencias de su abstención y despejar toda posibilidad de tripartito porque «tenemos cuatro concejales y eso significa que los ciudadanos no han querido que gobernemos nosotros», advirtió que en la reunión de hoy con el PP exigirá la firma de las condiciones que han puesto «o nos levantamos, nos vamos de la mesa y os llamamos a vosotros».
 
Dos lecturas.
Por tanto, llega la hora de cerrar acuerdos y eso se evidencia en los discursos, pero no es lo único que quedó retratado ayer. Por ejemplo, la lectura de los resultados electorales no es la misma. Mientras socialistas e ‘imaginativos’ creen que los votantes «están pidiendo una alternativa y si no la ofrecemos las consecuencias se verán en las próximas elecciones», en Ciudadanos entienden que «por eso el PP ya no tiene 15 concejales» y que la traducción es que se ha pedido una ‘fiscalización’ externa del trabajo del Gobierno local, no más. 
La segunda es que De la Rosa quiere ser el alcalde elegido por las fuerzas opositoras a los ‘populares’. Tanto lo pidió, lo subrayó y lo repitió que Bañeres llegó a decirle que «ya nos ha quedado claro». Eso sí, Salinero le advirtió al candidato socialista que eso es hablar más de lo que su asamblea le ha autorizado y que no se acelere dando cosas por sentadas.
La tercera, que el grupo de Bañeres tiene todavía serias deficiencias en cuanto al conocimiento de la fontanería municipal, para lo que no dudaron en pedir consejo sobre cuestiones relacionadas con el funcionamiento interno de la institución. Y la cuarta, pero importante, es que no todos están de acuerdo en darse más margen porque el tiempo se acaba. Con más o menos gusto, acabaron aceptando las tres partes que las negociaciones podrían extenderse, en un sentido u otro, hasta la misma noche del viernes al sábado.
La reunión se celebró en la terraza de una céntrica cafetería y estuvo abierta en todo momento a la presencia de ciudadanos y medios. Imagina grabó la integridad de lo que allí se dijo.