Los nuevos beneficiarios de Cáritas se triplican en Aranda

A.D.C.
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En la asociación diocesana apuntan que se debe a la inmigración por la inseguridad en los países de origen y que la mayoría de los solicitantes buscan recibir formación laboral y encontrar un empleo

Una persona entra en las instalaciones de Cáritas en Aranda de Duero. - Foto: A.D.C.

En Cáritas de Aranda de Duero han apreciado un dato «muy llamativo». En 2018 el número de nuevos solicitantes de ayudas o asesoramiento casi se ha triplicado. Ha pasado de los 83 nuevos demandantes de 2017 a los 233 en lo que va de 2018. Y esto es más sorprendente al ver la evolución de años anteriores, en 2016 se habían registrado 65 nuevos beneficiarios y en 2015 unos 30, más o menos lo mismo que en 2014. La razón de este incremento la dan los propios trabajadores sociales de Cáritas en la capital de la Ribera: «Ahora de repente ha habido un repunte y no tiene nada que ver la crisis económica del país. Viene motivado por las situaciones políticas exteriores fundamentalmente. La mayoría de gente que se atiende es de Honduras, Colombia... Son países en los que está habiendo mucha violencia y principalmente vienen huyendo de eso».

Hay que señalar un detalle importante en estos datos. Las ayudas de Cáritas no son solo económicas, como se puede pensar a priori, sino que muchas son de orientación. De hecho, en la asociación diocesana señalan que «casi todas personas que se acercan a  la sede lo hacen por temas laborales». Además, en Cáritas reciben un mayor porcentaje de inmigrantes porque de los españoles más necesitados se suelen encargar las administraciones públicas. «A los inmigrantes sin papeles en regla, la administración no les atiende», señalan desde la asociación ribereña. Y es que para poder optar a una subvención pública se requiere tener toda la documentación normalizada.

En total, en la delegación de Aranda, que cubre toda la Ribera,  han atendido a 753 personas en lo que va de 2018 incluyendo tanto españoles como extranjeros. Y los servicios que más usuarios han recibido son los de educación, con 263, y empleo, con 224. Aunque aquí hay que explicar que los que pasan por formación luego suelen ir al área de laboral con el fin de lograr su inserción en el mercado. Luego vienen las ayudas alimentarias o al alquiler o hipoteca. Estas últimas cuentan con 194 beneficiarios en toda la comarca.

En Cáritas inciden en que ellos  dan una atención integral a la persona. «Tras el estudio que haces del caso en particular ves dónde está la necesidad mayor y ahí apoyas. Suele ser alimentación, alquiler, suministros y ropa», declaran en la asociación. Una vez se atiende el problema inmediato, se busca una solución. «Si la situación es urgente se va a ayudar, pero a partir de ahí se les dice ‘vas hacer este curso’ y si no, no vengas el mes siguiente, porque te estamos dando una solución», aclaran en Cáritas. Aunque se logran muchos casos de inserción laboral, esta suele ser temporal debido «a los contratros de tres o cuatro meses y a la precariedad. Hay familias de cinco personas con un sueldo de 700 euros». Por lo que en ocasiones vuelven a necesitar apoyo.

El perfil del beneficiario de Cáritas en la Ribera lo describe la trabajadora social Mari Carmen Miranda: «Una mujer de unos 35 años con cargas familiares y trabajando en el servicio doméstico». Declaración que se reafirma al comprobar que el 61 por ciento de las personas atendidas por Cáritas en Aranda son mujeres. Más allá de los fríos datos, Mari Carmen Miranda afirma que «no hay que caer en la alarma social»: «Si la gente escucha un testimonio de cualquiera de los solicitantes para ti se convierte en una persona especial, me da igual que sea marroquí, de Honduras, de Bulgaria o de España».