El Plantío no será el mismo cuando el Burgos CF vuelva a la competición en agosto. La fisionomía del Estadio Municipal, inaugurado en 1964 cambiará radicalmente de aspecto a finales de este año, cuando concluya la reforma que empezó hace unas semanas con la retirada de las cubiertas de ambos fondos. Ayer, ante el Amorebieta, las peñas del club burgalés se reunieron en la grada Lateral, que en los próximos meses será derribada, construida de nuevo y será conectada con los Fondos Norte y Sur del estadio. Los recuerdos y la melancolía se apoderaron ayer sobre todo de los fieles que cada 15 días han acudido al vetusto municipal para animar a su equipo. La próxima vez que presencien un partido de los suyos ya no lo harán desde los bancos de madera que han visto casi medio siglo de fútbol...