«De aquí hasta el final de año, el precio del marisco se duplicará»

G. Arce / Burgos
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Las pequeñas pescaderías esperan con «moderado optimismo» el final de año, aunque ya han empezado a notar el acopio de producto congelado para las próximas fechas

 
La Navidad es también el periodo del año de mayor facturación en el medio centenar de pequeñas pescaderías que operan en Burgos. Después de años de caída del consumo, este final de 2015 lo afrontan con moderado optimismo por el «suave repunte de las ventas», aunque con las mismas premisas que en los tiempos de bonanza: el precio del marisco, «que ha sido moderado durante todo el año», se duplicará a lo largo de las cuatro próximas semanas y el del pescado, si el tiempo acompaña las labores en el mar, crecerá en torno a un 10% o un 15%. 
Desde la asociación Mipesbur, que reúne a 18 pescaderías locales, su presidente, Ángel Bujedo, explica que la compra de marisco y pescado es «muy de última hora», aunque ya se está produciendo acopio de producto para congelar, guardar y evitar el estirón de precios que se producirá en los días previos a las fechas más señaladas de la Navidad. La estrella de la mesa es la nécora, seguida por el buey, el centollo y las cigalas; sin olvidar el langostino, aunque este es un producto que se comercializa congelado. «El percebe, posiblemente, no se pueda ni traer por los precios prohibitivos que tendrá...».
Bujedo resalta como novedad  el problema que hay en torno a la gamba, cuyos precios se han inflado, asegura, por las prácticas comerciales que está aplicando el sector nacional, radicado en Andalucía y que pesca este crustáceo en las aguas de Mauritania. Ya se compró cara este verano, su costes no ha mejorado hasta la fecha y temen que la evolución al alza sea la constante de esta Navidad.
Las pescaderías, reconoce el representante de Mipesbur, duplicarán fácilmente su facturación los próximos días, «lo que no significa que tengamos más rentabilidad...». Son fechas de una demanda extrema, de muchísima clientela:«Nosotros apostamos por la cercanía y el trato al cliente, y esos días de compras de última hora es difícil atender al de siempre y al que se acerca a nosotros buscando productos de calidad».
El comercio tradicional de pescado se sostiene, principalmente en los mercados centrales de la ciudad, aunque es casi imposible en la órbita geográfica de los grandes nombres de la mediana distribución como Mercadona o Alimarket. «Más de la mitad de las pescaderías tienen solo a una persona al frente del mostrador», apunta Ojeda, quien defiende la permanencia de este negocio de carácter familiar.