El triunfo del discurso radical

SPC
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Bolsonaro aprovecha el descontento ciudadano con la clase política, gana con un 46,66 por ciento y se medirá en la segunda vuelta al socialista Haddad, que pide «responsabilidad»

Con un discurso radical, xenófobo, misógino y antisistema, el ultraderechista Jair Bolsonaro se hizo con la victoria el pasado domingo en las elecciones presidenciales de Brasil. Y lo hizo superando con creces todas las expectativas, que le otorgaban un máximo de un 36 por ciento de los apoyos: firmó un 46,66 por ciento y se quedó a las puertas de ahorrarse una segunda vuelta, en la que competirá contra el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, quien se hizo con el 28,46 por ciento. Lejos quedó el laborista Ciro Gomes, tercero en la terna de favoritos, que obtuvo un 12,5 por ciento de respaldos y que se estima que tendrá en sus manos la llave del triunfo en la ronda definitiva del próximo 28 de octubre.

Bolsonaro, un excapitán del Ejército que promete mano dura contra el crimen y luchar contra la corrupción, fue aumentando su ventaja en las últimas semanas entre todos los sectores de la sociedad. Por él votaron negros, mujeres e indígenas, así como amas de casa, obreros y estudiantes, lo que demuestra que no todo su electorado comparte su radicalismo, sino que muchos de los que le secundaron lo hicieron como alternativa a la corrupción encabezada por el PT de los Gobiernos de los expresidentes Lula da Silva y Dilma Rousseff y de los que el propio Haddad formó parte.