El Cenieh ante su (r)evolución

H.Jiménez - C.Mendieta/ Burgos
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El Centro Nacional de Investigación, que en su corta vida ya ha pasado varias crisis internas, afronta a finales de este mes una nueva disyuntiva entre la renovación o la sustitución de su director, de 73 años

El director del CENIEH, Alfredo Pérez-González, en enero de 2013 unos días después de su nombramiento. - Foto: Jesús J. Matías

El Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana debería ser un templo de la ciencia y la producción de conocimiento en torno al pasado de la especie. Podría imaginarse un lugar bien dotado económicamente, con personal puntero en sus disciplinas y una estrecha vinculación con el proyecto de Atapuerca, dado que se ubica en Burgos y que nació al calor del complejo levantado en el Solar de Caballería.

Lejos de esta concepción idílica, el CENIEH ha sido desde su mismo nacimiento fuente de polémicas, de dimisiones o amago de ellas (entre otras la de su primer director, José María Bermúdez de Castro), de idas y venidas de investigadores y de un permanente enfrentamiento entre científicos y gestores salpicado de enfrentamientos personales que enrarecen el ambiente. El resultado es que, también golpeado fuertemente por la crisis, el Centro nunca ha terminado de arrancar y así sigue, 5 años y medio después de su inauguración en julio de 2009.

En medio de esta compleja situación, a finales de este mes afronta un nuevo hito que determinará su futuro inmediato: el Gobierno central y la Junta de Castilla yLeón, que comparten el Consorcio que gestiona el centro (junto a la UBU, pero esta última con un mínimo porcentaje), deben decidir si renuevan a su actual director o buscan un sustituto.

Alfredo Pérez-González, su actual responsable, tiene ahora 73 años y fue nombrado cuando tenía 71, por un periodo inicial de dos años con posibilidad de renovarse por otro bienio. Es un reputado doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad Complutense y que estuvo vinculado durante años a las excavaciones de Atapuerca (obtuvo el Príncipe de Asturias en 1997 junto al resto del equipo) pero su edad es vista como un freno al establecimiento de un verdadero proyecto de futuro para el CENIEH.

En el Centro hay mal ambiente entre los científicos, lo reconocen a micrófono cerrado, pero también mucho miedo y ninguno accede a ser citado por miedo a represalias. En ocasiones anteriores alguno ya se manifestó contra la dirección o la gerencia de forma abierta sin conseguir cambios, y dadas las circunstancias económicas el temor a perder el puesto de trabajo está presente en cada conversación. A su juicio, el relevo del director debería ser inexorable pero la decisión final depende de las administraciones que lo nombraron y no quieren arriesgarse.

El fundamento del malestar hay que buscarlo en «una situación general de toda España», como explica uno de los implicados, «donde no hay una verdadera política científica». Esto se traduce en «una burocracia tremenda» y en recortes que impiden la llegada de talentos extranjeros y la retención de los propios. De los más de 40 investigadores que debería tener el CENIEH, según las previsiones iniciales, apenas trabaja una quincena. Según las referencias que pueden encontrarse en la web su plantilla se compone de 51 personas pero entre ellas encontramos más becarios, administrativos y técnicos que científicos.

La tasa límite de reposición impuesta para los organismos públicos impide la contratación y eso no cambiaría con otra directiva, pero quienes todavía están en el Centro reclaman «una mayor flexibilidad en la gestión», en definitiva que se cuide al personal existente que, a juicio de los consultados, «no se siente implicado ni identificado con el centro, pues los responsables nos demuestran que los investigadores no somos lo importante para ellos».

Aunque no se especifica en su razón de ser, se supone que una dotación encaminada al estudio de la evolución y situada en Burgos debería estar en contacto directo con el proyecto de Atapuerca. No es que sus investigaciones se centren exclusivamente en los yacimientos burgaleses, ni mucho menos, pero sí cuentan en sus filas con varios científicos vinculados a los hallazgos de la sierra. Y sin embargo, está «divorciado de Atapuerca», dice otro de los miembros del personal del centro.

Así lo confirma uno de los tres codirectores de los yacimientos, Eudald Carbonell, quien define al CENIEH como «una anomalía» en el conjunto del proyecto Atapuerca, al que no pertenece pero con el que a su juicio «debería estar alineado y tener una mínima convergencia de intereses».

Carbonell apunta además a la veteranía de Pérez-González como un impedimento para «encontrar un recambio joven que sería necesario en este momento» pero aclara: «No hablo de su capacidad por los años que tenga, sino de una mera cuestión de tiempo. Si se quiere poner en marcha un proyecto de futuro no podemos mirarlo con solo dos años de plazo por delante».

El codirector de los yacimientos apunta, además, a una «infrautilización» del Centro, «lejos de su funcionamiento óptimo» debido a las restricciones de personal y no tanto a sus equipamientos. De hecho, tanto él como otras fuentes consultadas coinciden en admitir que los medios materiales «son fabulosos», aunque no se les esté dando el uso que merecerían. Tantos medios materiales han provocado, incluso, que se produzcan duplicidades con la Universidad de Burgos (citan un TAC, microscopios electrónicos, escáner 3D o un reciente espectómetro de plasma inducido para analizar ultratrazas), con la que tampoco habría  coordinación.

El Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana tiene la categoría de Instalación Científico Técnica Singular (ICTS), que obligaría a buscar colaboraciones externas con otros investigadores y centros, incluso del sector privado. Y los críticos dicen también que no se está aprovechando todo lo que se debería.

Ante las críticas, este periódico se ha puesto en contacto con Alfredo Pérez-González para recabar sus intenciones sobre su propia continuidad a partir de este mes, el balance de sus dos años de mandato y los planes de futuro en el caso de seguir en el cargo. Sin embargo, Pérez-González ha declinado hacer declaraciones porque «algunas preguntas no soy yo quien las tiene que responder y otras tienen que ser consideradas por otras personas del Consorcio y sería muy inapropiado que yo me manifestara sobre ellas en este momento».

Fuentes de la Consejería de Educación han explicado que la decisión se tomará «en las próximas semanas», antes de que acabe el año, «y se hará buscando la unanimidad con el resto de administraciones implicadas», en este caso el Gobierno y la UBU.

Los fósiles

En una entrevista publicada por este mismo medio pocos días después de tomar las riendas del CENIEH, el director hablaba entre sus objetivos de traer los fósiles de Atapuerca para su custodia en ese mismo año 2013. Aquello no se ha cumplido, y los restos siguen repartidos por las diferentes instituciones que los estudian o los han almacenado en los últimos años.

A este respecto, Carbonell insiste en que no es una cuestión de ‘propiedad’ sino de interés científico, pues se trataría de piezas que siguen en fase de estudio y que para su mejor comprensión deben estar agrupadas y no dispersas. «Pero todo el mundo debe estar tranquilo con esto y la Junta de Castilla yLeón lo sabe, que en el plazo de unos años, quizás dos o tres, habremos terminado con esta tarea y los fósiles volverán a Burgos para quedarse», asegura.