Los restos óseos más antiguos de San Juan datan de hace diez siglos

I.M.L. / Aranda
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Los arqueólogos que realizan las excavaciones para a la rehabilitación del templo han hallado enterramientos que se estima que se hicieron entre el siglo XI hasta la centuria del XVIII

Los arqueólogos llegaron al nivel geológico impracticable para que bajo él se puedan seguir encontrando restos. - Foto: DB

Los trabajos que se están realizando en el entorno de la iglesia de San Juan, por parte de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, previos a la restauración de la que va a ser objeto el templo de cara a ser posible sede de parte de la exposición de Las Edades del Hombre en 2014 están sacando a la luz un extenso enterramiento. El equipo de arqueólogos llevan casi dos meses trabajando en el subsuelo del atrio del templo y han localizado en torno a medio centenar de osamentas, enterradas en distintos niveles de estratificación.

A la espera del informe definitivo, que no se dará a conocer hasta que culminen unos trabajos que estaba previsto que se realizasen durante cinco semanas, los primeros indicios a pie de campo hacen pensar a los expertos que estos enterramientos, habituales en los entornos de las iglesias hasta que, durante la ocupación francesa se obligó a sacar los cementerios del entorno urbano, datan de hace más de diez siglos. En concreto, la estratificación de los mismos apunta a que los primeros se realizaron en el siglo XI y los últimos en torno al siglo XVIII.

Además de estos trabajos, los arqueólogos han comenzado una prospección en la fachada este del templo arandino, junto a la pared que linda con la torre, uno de los elementos más antiguos de esta construcción. En el inicio de la excavación encontraron restos de una edificación antigua de la que aún se desconoce su origen, aunque podrían tratarse de restos de la iglesia primigenia o de la muralla de Aranda.

Plazos y labores

Un equipo encabezado por cuarto arqueólogos iniciaron el pasado mes de noviembre los trabajos previos para analizar el estado real del templo con una serie de catas que abarcan una superficie de 40 metros cuadrados y que aportarán los datos necesarios para las actuaciones a llevar a cabo con posterioridad. Los primeros días las labores se vieron afectadas por las precipitaciones, que impidieron la excavación en la primera zona a estudiar.

En el primer sondeo, además de descubrir estos restos humanos, se está aprovechando para analizar la portada y conocer, entre otras cosas, el origen de la humedad que ha degradado la piedra caliza por efecto de la capilaridad. El segundo sondeo se está llevando a cabo en la esquina entre el cuerpo de la torre y el de la nave y con él se pretende conocer la cimentación de la primera construcción románica y cómo se adosa a ésta la fase gótica del templo, lo que dará más datos para interpretar la secuencia constructiva del edificio. El tercer sondeo se centrará en la cabecera de la iglesia para conocer el origen de la grieta que se ve a simple vista y que cruza longitudinalmente el muro románico.

Estas labores se esperaba que se desarrollasen durante cinco semanas, pero se están alargando en el tiempo debido a los hallazgos que están realizando los arqueólogos. Estas prospecciones servirán para realizar el trabajo de campo y la lectura de los diferentes paramentos, para después, en un plazo estimado de cuatro semanas desde que se tengan ya todos los datos, redactar el informe final de estas labores que servirá de base, junto con el estudio de estabilidad, el planimétrico y el de la policromía de la portada principal, para hacer el proyecto de actuación en la iglesia arandina.

Actualmente, y a la espera de todos los datos, la iglesia de San Juan Bautista muestra un deterioro importante por la suciedad acumula, las humedades que sufre, las grietas de los muros, los rejuntados defectuosos de cemento y la pérdida de material que se observa en cornisas, los zócalos, las coronaciones y otro tipo de elementos decorativos.